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El Hospital Central Ignacio Morones Prieto redujo el año pasado un 27 por ciento sus pasivos con proveedores y, por segundo año consecutivo operó con un superávit, de acuerdo a cifras contables del nosocomio capitalino.
De acuerdo a cifras obtenidas en la Cuenta pública del nosocomio, en 2018, los pasivos cerraron en 297.3 millones de pesos. El monto de las obligaciones del año previo era de 407.5 millones de pesos. Es decir, que en un año se redujo 110.2 millones de pesos.
De 2015 a 2018, el pasivo ha presentado una baja rrecurrente. Hace cuatro años, las obligaciones financieras, casi todas contraídas con proveedores, asendían a los 435.8 millones de pesos.
Por otra parte, el Hospital Central consiguió por segundo año consecutivo, cerrar el ejercicio fiscal con un superávit.
