Deben bucarlos Infamias

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Las autoridades sanitarias deberán establecer con claridad la certeza del monitoreo de los paisanos que regresan de los Estados Unidos. 

Resulta preocupante tener reportes de Salinas sobre el ingreso de un número indeterminados de visitantes, cuando en el mapa oficial del monitoreo, ese municipio está en la lista de localidades en los que no se reporta la presencia de paisanos.

El hecho de que realicen actividades con alta concurrencia eleva el riesgo sanitario.

No se trata de estigmatizar a los visitantes. Bastantes sacrificios han hecho para ausentarse de sus hogares y el hecho de que sean el sostén de miles de hogares en San Luis obliga a reconocerles siempre su relevancia.

Pero la contingencia ambiental establece sus propias reglas y hay que seguirlas. No hacerlo es la vía más rápida al desastre. 

Una de las facetas más vergonzosas de la sociedad potosina está saliendo a la luz a causa de la crisis del coronavirus.

Se trata de las agresiones  al personal de los servicios de salud. Han surgido varias, a nivel nacional, y San Luis no ha podido escapar de tan deleznable acto.

  

Al menos en un par de ocasiones, enfermeras han sido blanco de absurdos e irracionales ataques por parte de personas que no tienen la menor idea sobre el valor de las tareas que están realizando en hospitales y clínicas.

No se trata de un problema achacable a la autoridad. La responsabilidad es de los ciudadanos involucrados, y del miedo irracional que genera la emergencia sanitaria que ha generado el coronavirus.

Lo que sí es responsabilidad oficial es garantizar la seguridad del personal médico a través de políticas de información claras, que diluyan las confusiones y las malas interpretaciones.

Pero también con acciones enérgicas en contra de los responsables de estos ataques. Suficiente presión enfrentan doctores, enfermeras y el resto de los trabajadores de hospitales y clínicas, como para que también se tengan que preocupar por ser atacados.   

Y otra vileza que se está registrando en medio de la emergencia sanitaria es el cínico manejo que algunos políticos están haciendo de la desgracia social.

Repartiendo naranjas, geles y despensas, los políticos buscan sacar raja de la emergencia, en una medida inocultablemente proselitista.

Algunos, como los diputados federales del Verde Ecologista, Ricardo Gallardo y Óscar Bautista, no ocultan ni por pudor que están incurriendo en esta deleznable práctica.

Otros, como el alcalde Xavier Nava, se ampara bajo el manto institucional. La promoción personal se mantiene, sin embargo,  vía la difusión oficial de imágenes del alcalde entregando la ayuda. Igual ocurrió en el ámbito estatal, con el inicio de la entrega de apoyos del DIF.

Es muy probable que en ambos casos, el costo de los apoyos vaya con cargo al erario.

Los beneficiarios de este tráfico de apoyos se aprovechan del limbo institucional que ha provocado la emergencia sanitaria.

El Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana y el Instituto Nacional están inactivos. Quizá el abierto proselitismo que estamos viendo estos días pueda ser suficiente caso para que interrumpan un momento la cuarentena.

      

¡HASTA MAÑANA!