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El Centro Histórico está invadido por al menos trescientos franeleros, de los cuales una gran parte se apropian de los espacios públicos para controlar el acceso de automóviles a tarifas que llegan hasta los setenta pesos por dejarlos debidamente estacionados, informó el director de la Policía Vial, Filemón Juárez Santana.
Atribuyó la reincidencia a las sanciones leves que impone el juez de justicia cívica y al sistema de justicia penal reformado para aplicar la normatividad, garantizando que quienes la infringen volverán a las calles a hacer lo mismo, por las lagunas legales que incluyen la normatividad para aplicar castigos.
Informó que cada fin de semana, la corporación remite a justicia cívica a una cantidad que oscila entre 5 y 10 franeleros, que venden espacios en la vía pública para estacionamiento.
Mencionó que ocasionalmente se les sanciona y de inmediato regresan a la vía pública a volver a hacer negocio con los cajones de estacionamiento que no les pertenecen, puesto que son públicos.
Dijo que los propios lavacoches piden dinero a los automovilistas en cantidades que pueden llegar hasta a los setenta pesos, únicamente por estacionar la unidad en la calle, ya apartada por ellos con cubetas.
Explicó que el área de Justicia Cívica los remite una hora y les cobra una pena pecuniaria y sin embargo, de inmediato van de regreso a la vía pública a realizar la misma actividad.
Informó que platicará con los jueces del área de Justicia Cívica para que incluyan sanciones severas a quienes se adueñan de la vía pública, para que una sanción leve no los mande de regreso a las calles a trabajar de la misma forma.
Aseguró que hay suficiente capacidad de reacción de la corporación a la que se incorpora el Grupo Jaguar los fines de semana, por ser el periodo de mayor afluencia de vehículos, y los operativos arrojan precisamente el resultado de 5 a 10 remitidos al juez de Justicia Cívica.