Instalan Altares de Dolores en Soledad
Rememoran el dolor de la Virgen María por la muerte de su hijo Jesús

En la parroquia Nuestra Señora de la Soledad, así como en otras viviendas del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, se realizó la tradicional instalación del Altar de Dolores. Esta tradición, que llegó a nuestro país en el siglo XVI, rememora el dolor de la Virgen María por la muerte de su hijo Jesús.
Colocada al centro del templo parroquial, cubierta con vestimenta de color negro, la Virgen de los Dolores fue admirada por decenas de personas que se dieron cita ayer en la iglesia. Al mediodía como en la tarde se realizaron rosarios y oraciones a la imagen.
Mientras que en diversos hogares del municipio también se observaron los tradicionales Altar de Dolores; en su mayoría, se realiza una ofrenda sencilla, siendo el Altar de Joel Gómez Soto el más popular y llamativo de la región. Este 2025 cumplió 51 años de celebrar esta fecha de manera ininterrumpida, y que fue visitada por cientos de personas.
El origen se sitúa en 1974, cuando tenía solo 10 años de edad y, a raíz de un accidente, encontró esta imagen, la cual le llamó tanto la atención que decidió investigar sobre ella.
“Fue un accidente; se quemó un cuadro, había una imagen del Sagrado Corazón y, detrás de esa imagen, la de la Virgen de los Dolores. Me llamó la atención en ese tiempo; por mi edad, pregunté a mis mayores, quienes más o menos me explicaron a qué se debía todo eso, y lo empecé a hacer”, relató.
Aunque no se considera católico, señala que no se requiere ser fiel a la iglesia para ser parte de esta festividad. Cabe recordar que su altar reconocido como patrimonio cultural y turístico del municipio, se puede encontrar en el número 102 de la calle Privada de Guerrero, en la cabecera municipal, y llama por la majestuosidad del mismo.
Joel Gómez se ha caracterizado por montar el altar más grande en Soledad, al cual incluso han asistido extranjeros a apreciarlo, debido a los detalles que emplea cada año; entre éstos, elabora la vestimenta de la Virgen.
Cada uno de los altares consta de elementos representativos de esta tradición; los creyentes ofrecen a los fieles manzanilla y naranja, como parte de las reliquias por el viernes de dolores. La primera significa esperanza; la naranja, el corazón de la Virgen María; el agua de jamaica, la sangre de Jesucristo, mientras que el agua de limón alude a las lágrimas de la Santísima Madre, de acuerdo con lo señalado por la comunidad religiosa.
Cada una de las familias, acorde con sus tradiciones, ofrece a los asistentes estos alimentos, añadiendo otros más. Es el caso de la señora Olga López, quien además de naranjas brinda lechugas a las familias y ha continuado con el legado de sus abuelos de instalar el altar en un domicilio ubicado casi a un costado de la parroquia Nuestra Señora de la Soledad.
Destaca que mucha gente colabora cada año en agradecimiento por los milagros recibidos, como curaciones o el encontrar trabajo. El altar se abre desde la 1:00 p. m. hasta la medianoche, recibiendo a muchas personas.
Aunque no conocen el significado exacto de cada elemento del altar, mantienen la tradición tal como la hacían sus antepasados, en lo que ellos consideran una muestra de fe y agradecimiento por los favores que ha intercedido por su familia.
no te pierdas estas noticias