La Procesión del Silencio conmemora 66 años de llevarse a cabo en San Luis Potosí, un evento religioso que en su edición 2019 atrajo a miles de asistentes del país y de otras partes del mundo.
Este acto de fe y devoción lleva muchos años de presentarse en San Luis Potosí, ya que forma parte de las celebraciones de la Semana Santa, y como una forma de recordar la Pasión de Cristo a manera de acompañamiento a la Virgen por el luto, ante la pérdida de su hijo, quien entregó su vida a cambio salvar al mundo de los pecados.
La Procesión del Silencio dio inició en punto de las 8:00 de la noche, cuando la representación de las tropas romanas abrió el preámbulo de la noche con el redoble de sus tambores y las notas de un clarín. Después, el guardia pretoriano se adelantó al grupo y tocó tres veces la puerta de la Iglesia del Carmen, toda vez que el clarinero ordenaba silencio a los concurrentes, y fue entonces cuando las puertas del templo se abrieron y comenzaron a desfilar sobre la explanada de la plaza las primeras cruces y cirios que llevaba en alto la comitiva.
La multitud permanecía a la expectativa del paso de los cofrades, guardando un absoluto silencio al ver avanzar a cada una de las 33 cofradías, integradas por más de dos mil penitentes.
Este año, a la Procesión del Silencio se integró la Cofradía de la Segunda Caída de Jesucristo, la cual pertenece a la Iglesia del Barrio de San Miguelito.
Los costaleros son los encargados de cargar las 24 andas que escenifican el Viacrucis, las menos pesadas son de alrededor de 300 kilos; mientras que la anda de la Virgen de la Soledad tiene un peso de una tonelada.