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Las cifras de aumento de violencia intrafamiliar contra las mujeres son una realidad existente, lacerante y muy humillante, juzgó Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Omploró para que la sociedad y las familias modifiquen esas prácticas de violencia, pues “ese México (y San Luis Potosí) no lo queremos para nuestros niños, nuestros adolescentes; no lo queremos”.
Para el prelado potosino, el “mayor delito” familiar inició con la historia evangélica de Adán y Eva, quienes fallaron “al proyecto” de ser una familia tradicional, según los principios bíblicos.
Cabrero Romero recalcó que así como existen familias disfuncionales, también las hay “excelentes”, donde los integrantes de las mismas han sacado adelante “con mucho sacrificio” a sus hijos.
Posterior a oficiar la misa e imposición de ceniza en la Catedral, argumentó que los líderes de opinión o personalidades en puestos de relevancia, deben de “ponerse la camiseta” y procurar concientizar en sus entornos inmediatos. “Ese caminar hacia arriba de la violencia, pues nos está diciendo que no solo el hombre ha olvidado al hombre, sino que el hombre se está olvidando de quién es, y eso es lo peor”.
