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Mientras el Ayuntamiento anuncia la adecuación de un primer proyecto de la ciclovía en la avenida Venustiano Carranza, en las diversas plazas públicas y calles del Centro Histórico hay mínimos espacios para el estacionamiento de bicicletas, por lo cual, los ciclistas deben improvisar encadenando sus unidades en barandales y postes de alumbrado público.
El gobierno municipal pretende promover el uso del biciclo, en medio de la contingencia sanitaria de la Covid-19, toda vez que ese medio de transporte ecológico es recomendado por especialistas, pues evita aglomeraciones y reduce las probabilidades de contagios.
Sin embargo, en las inmediaciones de la Alameda “Juan Sarabia” o en las plazas del Carmen, Armas o Fundadores, es nula la existencia de estacionamiento para los cientos de capitalinos que a diario se movilizan en bicicleta.
En contraste, hay decenas de parquímetros que se ubican en las principales vialidades del primer cuadro de la ciudad, pero los aparcaderos para los velocípedos son contados y reducidos, por ejemplo, uno se ubica en la calle de Hermenegildo Galeana esquina con la calle Vallejo.
Aunque en algunos casos los propietarios incurren en omisiones al amarrar el vehículo en rejas donde se lee “Prohibido estacionar motocicletas y bicicletas”, otros prefieren dejarlas sujetas en bancas, postes de iluminación o en barandales de diferentes oficinas gubernamentales.
Colectivos de ciclistas reportaron en meses anteriores, que durante la pandemia la movilidad en biciclo aumentó de forma considerable, en gran medida porque un sector de la población se empleó en el servicio de entrega de alimentos a domicilio, a través de distintas aplicaciones.