Pasivo de Salud, riesgo financiero

El pasivo de la Secretaría de Salud ascendía a mil 780.2 millones de pesos a mediados de este año, monto que, pese a una reducción de 16.7% con respecto al pasivo heredado en 2021, sigue siendo visto como un riesgo financiero por esta administración.

Así queda establecido en el apartado de “Riesgos Relevantes para las finanzas públicas”, incluido en la Ley del Presupuesto de Egresos para el año entrante aprobado por el Congreso la semana pasada. 

El documento reporta que en cuanto a pasivos, la gestión administrativa redujo los adeudos a proveedores, acreedores, laudos y sentencias en un 16.7%, disminuyendo de dos mil 134.8 millones de pesos heredados al cierre del ejercicio 2021 a mil 780.2 millones registrados al segundo trimestre del ejercicio 2023.

El documento señala que al arranque de la presente Administración, se identificó un déficit presupuestario de 329.8 millones de pesos destinados a cubrir los gastos esenciales para el cierre del ejercicio fiscal 2021. 

Este desbalance se atribuye principalmente a la desaparición del Seguro Popular/Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en el período 2015-2021 condujo a una disminución significativa de ingresos: a modificaciones en la Ley General de Salud afectaron los ingresos hospitalarios.

La transferencia de varios hospitales al esquema de Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar). 

Incluyó el cambio del 20.7% de la nómina de los Servicios de Salud estatales, equivalente a 2,614 trabajadores, y plantea riesgos estructurales como la no consideración de las gestiones realizadas bajo el modelo anterior de INSABI y la posible pérdida de recursos provenientes de distintos esquemas de salud.