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El gobierno federal autorizó a los gobiernos estatales y a las alcaldías destinar los recursos para la certificación de policías a la emergencia sanitaria generada por el coronavirus, pero el estado es uno de los que mayor índice de reprobación tiene entre agentes estatales y municipales, de acuerdo a datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
El pasado 9 de abril, el SNSP informó que los gobernadores y los alcaldes podían destinar la partida para evaluación de control y confianza del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), en el caso de los estados, y del Subsidio para el fortalecimiento de la Seguridad Pública (Fortaseg) para las alcaldías, para la adquisición de equipo sanitario para los elementos policiacos de cara a la contingencia sanitaria por COVID-19.
El año pasado, la partida del FASP destinada a San Luis Potosí para capacitación y certificación fue de 28.5 millones de pesos, mientras que la del Fortaseg ascendió a 34.4 millones de pesos.
Sin embargo, el último reporte sobre los avances de los exámenes de certificación de confianza muestra cifras que hacen ver que, para las corporaciones policiacas en la entidad, es muy necesaria la inversión en esos rubros.
En materia de elementos de corporaciones municipales reprobados en las últimas evaluaciones de control de confianza, fechadas en febrero, San Luis Potosí tiene el tercer más alto porcentaje: 21 de cada cien elementos no pasaron sus pruebas.
Sólo superan a nuestra entidad Sinaloa, con un 37 por ciento de reprobación y Guerrero, con 29 por ciento.
Y en cuestión de elementos estatales que no aprobaron sus exámenes, San Luis Potosí registró un 13 por ciento, lo que lo ubica en el noveno lugar entre las entidades con peores cifras.
La lista la encabeza también Sinaloa, con un índice de treinta por ciento.