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La desaceleración económica que inició en 2019, la eliminación de apoyos de parte del Gobierno Federal a la vivienda social, el Plan de Centro de Población que ha tardado, la pandemia y la falta de voluntad política han provocado la pérdida de miles de millones de pesos en inversión y de miles de empleos para la construcción de vivienda, que actualmente es deficitaria, aseguró el director en funciones local de la Cámara Nacional para el Desarrollo y la Promoción de la Vivienda, Ignacio Gómez Martínez.
El también ex delegado de Infonavit informó que hay una situación muy complicada en la industria, y padecemos de una tormenta perfecta, ya desde el 2019 se venía desacelerando su construcción ante el reordenamiento de recursos que se venían ejerciendo en a la vivienda a otros programas sociales del gobierno federal.
“El que los municipios no han concluido aún con sus planes de Desarrollo de Centro de Población y sumamos ahora la emergencia sanitaria, ocasionó la pérdida e inseguridad en el empleo, a la que se agrega la baja de poder adquisitivo de los trabajadores que sin precedentes afectó el mercado, cuya contracción será significativa si no actuamos a tiempo”, advirtió Gómez Martínez.
Recordó que para el caso de la actualización de los planes de población y de desarrollo urbano, el Plan de Centro de Población del área metropolitana San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez data del año 2003, y es actualmente inoperante.
Dijo que en el caso de la capital, la administración actual no lo ha considerado, iniciando hace más de un año el proceso para un nuevo Plan de Desarrollo, el cual se tuvo que prorrogar ante las inconsistencias presentadas y ahora con la pandemia, esto paralizó la oferta de vivienda, ya que en esta administración prácticamente no se han autorizado nuevos fraccionamientos que hayan concluido su trámite, y se paró el llamado “tren de la vivienda”.
“PÉRDIDAS MILLONARIAS
Y DE EMPLEO”
Dijo que hay pérdidas millonarias de inversión en el Estado, derrama económica y de fuentes de empleo, pero sobre todo socialmente aumentará la pobreza patrimonial y el hacinamiento, que dificulta las medidas derivadas de la pandemia como el distanciamiento físico, al limitar el contacto principalmente entre las familias de grupos desfavorecidos
en vulnerabilidad.
“Los organismos hipotecarios y registros de oferta de vivienda en el país reportan los números más bajos de su historia en el Estado, nuestros recursos están migrando a otras entidades y la demanda insatisfecha de miles de trabajadores es muy grande, crece cada día, pareciera que estamos en el ritual propio del Harakiri”, dijo.
