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VIDEO | SEÑALES DE FE

La iglesia católica busca la inclusión con misas en lengua de señas mexicana

Por Ana Paula Vázquez

Febrero 25, 2024 03:00 a.m.

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Todos los domingos a las 19:15 horas, el templo de San Cristóbal del Montecillo abre espacio para las y los fieles de la comunidad sorda en San Luis Potosí, Gabriela Isabel Vázquez Zapata, de 12 años de edad, es la encargada de interpretar la misa a través de la Lengua de Señas Mexicana. 

Esta iniciativa, ejecutada por el padre Luis Miguel González Zapatero y Gaby Vázquez como intérprete, surge como respuesta a la necesidad de garantizar que todos los fieles tengan acceso equitativo a la práctica de su fe.

La adopción de la LMS en las celebraciones litúrgicas ha sido acogida con entusiasmo por las personas de la parroquia, que ahora pueden participar de manera activa en las oraciones, lecturas y rituales de la misa.

Entre 120 parroquias y templos que hay en la capital potosina únicamente "El Montecillo", desde noviembre del año pasado, cuenta con esta apertura que poco a poco refleja un cambio significativo en la comunidad religiosa. "Recordemos que la misión de Jesús es llevar el evangelio a través de palabras y lenguas que conforten el fundamento de fe que se vive en los sacramentos", comentó el sacerdote.

Las y los feligreses sordos que han experimentado estas misas adaptadas son niños y adultos que expresan su gratitud y emoción al sentirse incluidos en la comunión de la Iglesia.

"Este acto es un medio más de evangelización para aquellos que no están impedidos en conocer la fe y sobre todo en vivir la eucaristía", agregó.

Una empatía voluntaria

A mediados de 2023, Gaby empezó a estudiar la Lengua de Señas Mexicana en la escuela "Manos que hablan Chiapas" a través de las clases en línea, junto con su maestra Sandra González, quien la acompaño en todo ese proceso de aprendizaje. 

Gaby, cuyos padres dieron la autorización expresa de dialogar con este medio, menciona que desde muy pequeña se interesaba en conocer sobre esta gramática.

"Recuerdo que veía a los intérpretes y me causaba curiosidad saber qué o por qué lo hacían, y ahora que lo sé, lo disfruto", dijo.

Además de realizar la interpretación de la misa en la parroquia de San Cristóbal, también participó en el sexto Congreso Eucarístico Arquidiocesano de SLP, donde frente a casi 6 mil personas ayudó a traducir la celebración. Para Gaby, el hablarle a una persona sordomuda significa estar dispuesta a ayudar para garantizar una comunicación efectiva y llena de empatía. 

Siendo la segunda hija de cuatro hermanos, Gaby expresa con amor y agradecimiento todo el apoyo que su familia le ha dado en esta etapa. "Muchas gracias por apoyarme y acompañarme en cada momento, sobre todo a mi mamá, quien fue la que me pago los cursos", precisó.

Sus padres, Dulce Zapata Arvizu y Mario Vázquez Camacho de la mano de sus otros hijos Valeria, Mónica y Eduardo Vázquez Zapata acuden a la misa dominical para seguir alentando y aprendiendo de la joven interprete.

La fe se mueve en masas

A partir de la pandemia de Covid-19 las parroquias se encargaron de compartir las misas a través de redes sociales para aquellos que no pudieran asistir. Hoy, después de tres años la parroquia de El Montecillo mantiene activo ese servicio, y a través de las transmisiones en vivo que realizan desde su perfil de Facebook se puede observar a una joven potosina, que forma y abre espacios para que las y los fieles sordomudos se sientan dentro de la comunidad que busca hacer crecer su fe.

Además, por medio del periódico católico Semanario de las Redes, se da difusión para que cada vez sean más las personas que se suman a la celebración de esa parroquia.

"Queremos hacer crecer el espacio y hacer sentir que todas y todos son bienvenidos a recibir la palabra de Dios", mencionó Laura González, corista y encargada del área de comunicación de la iglesia.

Laura también comentó que en distintas ocasiones se busca incentivar la participación al regalar abecedarios de la lengua de señas.

"Entendemos y respetamos a quienes nos puedan acompañar, pero es bonito ser parte de esta inclusión y ojalá en un fututo seamos más y más", dijo.

La introducción de misas con lengua de señas representa un avance crucial en el camino hacia una iglesia más abierta e inclusiva. Con la expansión progresiva de esta práctica, se anticipa que otras corrientes e instituciones religiosas se sumen a la iniciativa, asegurando que cada creyente, sin importar su capacidad auditiva, pueda participar activamente en la expresión de su fe. Esta actividad marca un progreso importante en la creación de lazos de comprensión y aceptación en el ámbito religioso.

Aprender a incluir

México alberga 69 lenguas nacionales, compuestas por 68 lenguas indígenas y el español, según datos de la Secretaría de Cultura, en ese recuento se omite la Lengua de Señas Mexicana, contribuyendo así a su invisibilización.

Esa falta de reconocimiento conlleva a que rara vez se considere a la LSM como una lengua legítima en primer plano. Además, esta invisibilización afecta a un sector significativo de la población: la comunidad sorda y de manera más amplia, desatiende toda una cultura, en este caso, la cultura sorda mexicana.

En 2020, las principales limitaciones presentes en la población potosina fueron la discapacidad física, que afectó a 23.9 mil personas, seguida de la discapacidad visual, que afectó a 22 mil personas, y la discapacidad auditiva, que afectó a 10.6 mil personas.

En ocasiones, existe la concepción errónea de que comunicarse en Lengua de Señas Mexicana implica simplemente aprender el alfabeto y deletrear todas las palabras utilizando los signos correspondientes como un "español señado".

Es importante destacar que esta práctica implica pensar y expresarse en español oral, pero utilizando señas. Si bien puede ser un punto de partida valioso para comprender una lengua de señas, no se puede limitar y asumir que esto constituye una inclusión genuina. 

El propósito detrás de este tipo de iniciativas desde el actuar católico es brindar una comprensión más profunda de estos grupos de personas, con el objetivo de fomentar una mayor inclusión. No es suficiente simplemente saber que esta comunidad existe; es fundamental comprender verdaderamente sus culturas y despertar un interés real por participar más activamente en sus causas y necesidades.