La CNDH reprueba al sistema carcelario
Diagnóstico detecta fallas y autogobierno; La Pila fue el peor evaluado en la entidad
Por primera vez en los 13 años en que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) viene realizando su diagnóstico al sistema penitenciario del país, San Luis Potosí recibió una calificación reprobatoria, de 5.6 puntos, que a la vez es la más baja en ese periodo.
En el sistema penitenciario potosino, pero especialmente en el Centro de Reinserción Social número 1, de La Pila, se registran violaciones a los derechos humanos, malas condiciones para los internos y autogobierno de los reos fueron detectados en 2023, según el "Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023".
El documento recordó los motines registrados en La Pila en la primera mitad del año, señalando que una actuación oportuna de las autoridades los hubiera prevenido.
En el ámbito de la evaluación, San Luis Potosí recibió una calificación de 5.6 puntos, considerada como reprobatoria.
El Diagnóstico Penitenciario de la CNDH se ha publicado desde 2011 y en los 23 años transcurridos, el estado nunca había recibido una calificación más baja. La marca anterior fue de seis puntos, registrada en el diagnóstico de 2022.
De hecho, de 2021 a la fecha, la calificación del sistema carcelario potosino ha ido en picada, ligando en 2024 tres años de bajas al hilo.
Peor aún es la calificación particular de La Pila, que alcanzó sólo 4.4 puntos, ubicándose en el último sitio entre los cinco penales evaluados.
El de Tancanhuitz reprobó también con 5.3 puntos. El de Tamazunchale pasó con 6 y el de Rioverde fue el mejor evaluado, con 6.1 puntos.
El diagnóstico evalúa cinco indicadores. En dos, San Luis reprobó: el aspecto de reinserción social de las personas privadas de la libertad (PPL) y el de personas vulnerables. Y apenas pasó en los rubros de integridad de la población internada, estancia digna y condiciones de gobernabilidad. Sin embargo, el penal de La Pila reprobó todos.
Entre las deficiencias más graves que menciona el reporte, están los servicios de salud, hacinamiento, autogobierno de internos, mala alimentación, insuficiencia de personal de custodia y escasa capacitación para los que laboran en los penales de la entidad.
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