Torres de catedral de nuevo son un palomar
Se rompieron las mallas protectoras y las aves habitan la estructura
Nuevamente, las torres de Catedral son columbario. Las condiciones de humedad y temperatura terminaron por vencer la resistencia de la malla protectora de los campanarios, y otra vez las palomas rondan las cavidades. Las mallas fueron colocadas en ocasión del 150 aniversario de aquel 31 de agosto de 1854, de la fundación de la Diócesis de San Luis Potosí y de su Catedral por decisión del Papa Pío IX.
La restauración de 2004 corrió a cargo de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), pero en 19 años, la corrosión, el óxido y el flujo de heces de las palomas terminaron por romper la malla.
La protección fue colocada como parte del proyecto de rescate de la estructura de cantera, de una primera torre construida de manera inicial en el lado sur, y también para proteger la del lado norte, diseñada en forma idéntica a la anterior, pero con el uso de una piedra distinta a la utilizada para el resto del templo.
La protección con las mallas fue para que no afectara la visibilidad de los detalles del templo de tipo barroco novohispano, es una de las estrategias para conservar la solidez del templo y sus trazos, que se deterioraron poco a poco y con el paso de las décadas.
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