El 22 de octubre de 1737 la ciudad proclamó a la Santísima Virgen de Guadalupe como patrona de Aguas, Minas y Comercio
Este juramento se revalidó en 1771, siendo patrono del Santuario el Ayuntamiento.
Al año siguiente, el 27 de septiembre, se bendijo la primera piedra del actual templo, que tuvo como “delineante” y director a Felipe Cleere, tesorero real; la dedicación se efectuó los días 10, 11 y 12 de octubre de 1800.
En mayo de 1806, se concluyeron las torres.
En 1865 los franceses lo convirtieron en cuartel y luego, el gobierno continuó ocupándolo como bodega de pertrechos de guerra.
En 1871 se rescató e inició la restauración del Santuario.
Don Cástulo Camacho dirigió la construcción del alatar.
El 2 de diciembre de ese año, se reconoció al templo y al día siguiente se trasladó la imagen de la Virgen. En 1903, fue la consagración del Santuario de Guadalupe.
ESTILO ARQUITECTÓNICO
La esbelta y sobria fachada coincide con la de otros templos, en cuanto a lo sencillo de los cubos y a la ornamentación de la parte central; difiere en cuanto que junta y resuelve formas barrocas churriguerescas y neoclásicas, en arbitraria e interesante compostura.
En las orillas, sendos pares de columnas dóricas superpuestas; junto a éstas una larga columna a cada lado y un haz de altas columnillas que enmarcan la portada.
Se divide en tres partes: Abajo la puerta tallada, en cuyas hojas se puede ver la imagen de la Santísima Virgen; en la hoja izquierda, una fachada de la iglesia, alegoría de la letanía luterana; en la hoja derecha, se ve la imagen de San Luis Rey de Francia y una torre, alegoría también de la misma letanía.
El arco es de original talla; se ubica dentro de dos partes de columnas jónicas, una a cada lado.
En el segundo cuerpo, el ventanal y la repisa, donde descansa la imagen del Arcángel San Miguel, escultura barroca.
Arriba, se encuentra la imagen de la Guadalupana.
TORRES
Las torres, de tres cuerpos, son las más altas de la ciudad. Miden 53.20 metros de altura.
En el cubo de la torre oriente, existe una lápida que conmemora la participación del cura Miguel Hidalgo, en la dedicación del templo.
PUERTA
La puerta lateral mira al oriente y la forma un marco de piedra labrada.
En el nicho la imagen de San José.
INTERIOR
El amplio interior fue decorado por los italianos Claudio Molina y José Compiani, los mismos que decoraron la Catedral Metropolitana.
En 1957 y 1958, se talló la pintura que cubría la cantera de los dos pilares, arcos y altares.
A la entrada, se encuentran dos frescos de Juan Blanco, que representan a la Inmaculada.
ALTAR MAYOR
En el altar mayor se encuentra la Santísima Virgen de Guadalupe, un óleo de Jesús Corral.
La pintura fue ordenada el año de 1838, cuando en la “bajada” de ese año, se quemó el óleo con la imagen, que el capitán de Castro, había traído de México, hacia el año 1659.
CÚPULA
La cúpula luce unas ventanas de estilo barroco.
En los gajos se encuentran las pinturas de San Felipe de Jesús, Santa Rosa de Lima, San Bartolomé Gutiérrez, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Sebastián de Aparicio, San Bartolomé Laurel y la Beata Mariana de Quinto, santos hispanoamericanos.
CANDIL
De la linternilla cuelga un hermoso candil en forma de barco.
Este juramento se revalidó en 1771, siendo patrono del Santuario el Ayuntamiento.
Al año siguiente, el 27 de septiembre, se bendijo la primera piedra del actual templo, que tuvo como “delineante” y director a Felipe Cleere, tesorero real; la dedicación se efectuó los días 10, 11 y 12 de octubre de 1800.
En mayo de 1806, se concluyeron las torres.
En 1865 los franceses lo convirtieron en cuartel y luego, el gobierno continuó ocupándolo como bodega de pertrechos de guerra.
En 1871 se rescató e inició la restauración del Santuario.
Don Cástulo Camacho dirigió la construcción del alatar.
El 2 de diciembre de ese año, se reconoció al templo y al día siguiente se trasladó la imagen de la Virgen. En 1903, fue la consagración del Santuario de Guadalupe.
ESTILO ARQUITECTÓNICO
La esbelta y sobria fachada coincide con la de otros templos, en cuanto a lo sencillo de los cubos y a la ornamentación de la parte central; difiere en cuanto que junta y resuelve formas barrocas churriguerescas y neoclásicas, en arbitraria e interesante compostura.
En las orillas, sendos pares de columnas dóricas superpuestas; junto a éstas una larga columna a cada lado y un haz de altas columnillas que enmarcan la portada.
Se divide en tres partes: Abajo la puerta tallada, en cuyas hojas se puede ver la imagen de la Santísima Virgen; en la hoja izquierda, una fachada de la iglesia, alegoría de la letanía luterana; en la hoja derecha, se ve la imagen de San Luis Rey de Francia y una torre, alegoría también de la misma letanía.
El arco es de original talla; se ubica dentro de dos partes de columnas jónicas, una a cada lado.
En el segundo cuerpo, el ventanal y la repisa, donde descansa la imagen del Arcángel San Miguel, escultura barroca.
Arriba, se encuentra la imagen de la Guadalupana.
TORRES
Las torres, de tres cuerpos, son las más altas de la ciudad. Miden 53.20 metros de altura.
En el cubo de la torre oriente, existe una lápida que conmemora la participación del cura Miguel Hidalgo, en la dedicación del templo.
PUERTA
La puerta lateral mira al oriente y la forma un marco de piedra labrada.
En el nicho la imagen de San José.
INTERIOR
El amplio interior fue decorado por los italianos Claudio Molina y José Compiani, los mismos que decoraron la Catedral Metropolitana.
En 1957 y 1958, se talló la pintura que cubría la cantera de los dos pilares, arcos y altares.
A la entrada, se encuentran dos frescos de Juan Blanco, que representan a la Inmaculada.
ALTAR MAYOR
En el altar mayor se encuentra la Santísima Virgen de Guadalupe, un óleo de Jesús Corral.
La pintura fue ordenada el año de 1838, cuando en la “bajada” de ese año, se quemó el óleo con la imagen, que el capitán de Castro, había traído de México, hacia el año 1659.
CÚPULA
La cúpula luce unas ventanas de estilo barroco.
En los gajos se encuentran las pinturas de San Felipe de Jesús, Santa Rosa de Lima, San Bartolomé Gutiérrez, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Sebastián de Aparicio, San Bartolomé Laurel y la Beata Mariana de Quinto, santos hispanoamericanos.
CANDIL
De la linternilla cuelga un hermoso candil en forma de barco.









