MENSAJES OFENSIVOS EN INTERNET
Un porcentaje elevado de adolescentes y jóvenes han sido testigos de ataques de odio en sus redes sociales o en Internet; y otro tanto de ellos han participado activamente.
Por ello, es muy importante si tienes hijos adolescentes y jóvenes de entre 14 y 29 años, los enseñen a identificar y manejar este tipo de discursos a los que se enfrentan habitualmente en el mundo virtual.
DISPOSITIVOS
Las redes sociales e Internet son un buen elemento de cultivo para el discurso del odio.
Las razones están en el anonimato que ofrece la red, la mayor distancia que se genera con respecto a la víctima y la facilidad para que los contenidos se viralicen.
CONFUSIÓN
Pero, además, en el mundo online se confunde más qué es una broma, qué es libertad de expresión y qué es un mensaje o un delito de odio.
Por eso hay que enseñar a los adolescentes que siempre que haya una intención de herir al receptor y este pueda sentir miedo o humillación estamos ante un mensaje de odio.
DISCRIMINACIÓN
Los adolescentes saben que los mensajes de odio discriminan y suponen un abuso con respecto a las personas contra las que se ejercen. Y tienen claro por qué se producen.
Así, te hablamos de las causas como la ignorancia, la incapacidad para el debate, la falta de contacto, malas experiencias, la inmadurez, el aburrimiento, complejos de inferioridad, la asimilación de conductas y códigos nocivos y la necesidad de llamar la atención.
MIEDO Y ANGUSTIA
Estos discursos de odio impactan también en gran manera en sus espectadores.
Los adolescentes que los presencian sienten miedo y angustia y no saben cómo actuar, se sienten confusos.
Entre todos estos sentimientos, el más predominante es el miedo.
Los adolescentes temen que todo eso pueda hacerse realidad y traspasar la pantalla.
CONCENTRACIÓN
Las personas que actualmente concentran la mayoría de los mensajes de odio son los inmigrantes, el colectivo LGTBI y las activistas del feminismo.
DESPROTECCIÓN
Los adolescentes y los jóvenes tienen claro que es conveniente no entrar en discusiones en las redes ante estos mensajes de odio para no retroalimentarlos y darles mayor difusión.
Sin embargo, se sienten un poco desprotegidos, como si Internet fuese una ciudad sin ley.
DENUNCIAS
Con respecto a las denuncias, los jóvenes manifiestan la necesidad de denunciar, pero entienden a quienes guardan silencio antes estos mensajes de odio por miedo a empeorar la situación y por la sensación de desprotección e impotencia.
PELIGRO
Los mensajes de odio no son ningún juego, son muy dañinos para toda la sociedad.
El odio genera odio y puede poner en riesgo una convivencia en sociedades cada vez más diversas; puede mover a gente a hacer cosas sin sentido.
POSICIONES
Cuando se generalizan y normalizan este tipo de discursos, los adolescentes pueden generar un odio oculto o de “baja intensidad”, que puede ser la semilla para posiciones más extremistas en un futuro.
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