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El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) hizo un llamado a los supermercados a que no establezcan como obligatorios los horarios específicos para que adultos mayores, personas con enfermedad crónicas y mujeres embarazadas acudan a sus establecimientos por víveres.
Aunque reconoció que esta medida busca prevenir de buena intención la propagación de los contagios del COVID-19, el organismo alertó que una mala aplicación de esta norma puede constituir actos de discriminación y ser violatoria de los Derechos Humanos al no establecerse criterios uniformes ni razonables.
“Al limitar el acceso a los establecimientos se ignoran las circunstancias específicas de las personas que, precisamente, requieren más y mejores opciones para poder realizar la compra de víveres básicos; se les impide aprovechar el apoyo solidario de otras personas en los horarios en que puedan transportarles, e incluso se propician separaciones familiares indeseables en el lugar”, expuso.
Desde que el Gobierno Federal decretó el cierre de establecimientos comerciales, menos de los supermercados y otras tiendas de víveres, se establecieron horarios fijos para que personas mayores y mujeres embarazadas acudieran a ellos.
El Consejo expresó el riesgo en este tipo de medidas, que aunque son con la mejor intención pueden generar discrimnación en las personas que se busca proteger.
