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Mater noster

Por Alexandro Roque

Mayo 05, 2024 03:00 a.m.

A

Llegamos al Día de la Madre, esa figura que en el imaginario es plena de abnegación, dulzura y entrega, ese mito que en México va a ser difícil de borrar por tantos años como tenemos de telenovelas y drama. Sonará de nuevo como cada año “Señora, señora” de Denisse de Kalaffe y “Mamá” de Timbiriche; se transmitirán películas de Sara García, esa actriz que fue “abuelita del cine nacional” desde los 45 años y hasta se sacó los dientes y se fracturó una rodilla para entrar más en su papel.

Llegar “con toda la prole” es una frase que no siempre gusta a todos. Se confunde con “pobre”, y aunque algo tiene que ver no es lo mismo. Los romanos llamaban ‘proles’ a la descendencia de alguien, y había quienes no tenían más recursos que su familia, su prole, y eran los llamados ‘proletarios’. Legalmente ‘prole’ equivale a ‘linaje’ o ‘descendencia’ y (a veces, casi siempre) es un honor descender de cierta mujer a la que llamamos madre, ‘mamá o ‘ma’.

Las brechas entre trabajo asalariado y doméstico, o el ‘maternar’, son temas pendientes en muchos ámbitos, incluso el legal. El despido a embarazadas sigue como principal denuncia de discriminación. Los datos duros pueden decirnos más que tantos discursos y poemas cursis.

De las mujeres casadas o que se unieron con una pareja en San Luis Potosí 17.4 por ciento lo hicieron antes de los 18 años, frente a 20.7 por ciento que es la media nacional. En cambio, San Luis Potosí no figura entre las 19 entidades que en 2021 “contaban con al menos un servicio amigable [para adolescentes con atención a salud sexual y reproductiva] en el 100 por ciento de sus municipios”.

En cuanto a nacimientos, SLP estaba en 2022 en una tasa de 55.8 “por cada mil mujeres en edad reproductiva”, ligeramente por encima de la tasa nacional. El terror: “9 de cada 10 embarazos resultado de violencia sexual [en México] corresponden a niñas y adolescentes de 10 a 19 años”.

Todos los días nace alguien, y siempre es noticia el primer parto de cada 1 de enero, como si del bebé año nuevo se tratara. Según el Inegi el promedio mensual es de 8.3, pero ¿adivinen qué mes promedia 9.4 nacimientos? Sí, es septiembre, nueve meses después de las fiestas navideñas y de fin de año. A registrar oficialmente las criaturas en 81 por ciento de los casos acuden ambos, madre y padre, y en 14.3 por ciento solo la madre.

La mayoría solo estudiaron la secundaria (34.5 %) o la preparatoria (24.8 %), y solo algunas estudiaron hasta profesional (14.4 %). Casi 60 por ciento no trabajaban al momento del registro de sus criaturas. 

Ya el 5 de mayo no es asueto y pocos en el país se acuerdan de lo que pasó ese día, ya conocido como “the revenge of the fifth”, gracias a quienes festejan el May the fourth be with you (‘que la fuerza te acompañe’, el día de La Guerra de las Galaxias). La batalla de Puebla parece un episodio cada vez menos recordable de nuestra historia de “política exterior”, con sus recientes altibajos.

Apapachemos o recordemos. Leamos a Alaíde Foppa, que tiene poemas tan bellos como este, titulado “Mis hijos”:

«Cinco hijos tengo: cinco, / como los dedos de mi mano, / como mis cinco sentidos, / como las cinco llagas. / Son míos: / cada día / soy más de ellos, / y ellos, / menos míos. / Por la secreta vía de la sangre, / algo de mi apariencia se llevaron. / […] Hondo caudal irremplazable, el tiempo / también les di, más mío que mi sangre: / el hilo ininterrumpido de los sueños / y el curso roto de los pensamientos; / la larga espera, las noches despiertas, / el reposo no repuesto, las fiestas... / Y el tiempo se acortó / de mi frágil belleza pasajera. 

»Intacto brotó el amor cada vez, / como si diera la misma semilla / el fruto que de mí se desprendía / y en mi fértil corazón, nueva flor. / […] Sangre, amor y tiempo, / de mi vida les di. / Mas no me dejó desnuda / la inagotable entrega / por sí misma nutrida: / entera me daría, / cada día, / por cada uno de ellos, / y entera y florecida / quedaría. / Cinco hijos tengo, / cinco caminos abiertos, / cinco juventudes, / cinco florecimientos. / Y aunque lleve el dolor / de cinco heridas / y la amenaza / de cinco muertes, / crece mi vida / todos los días».