Conforme pasan los días, se acumulan perjuicios en la grieta de enormes dimensiones abierta apenas a unos metros de la zona urbana de la capital potosina.
Vecinos de la zona afectada por la apertura, recibieron la noticia de que esperarán quince días para observar un posible avance, y determinar si habrá más daños y buscar la forma de rellenarla.
Geólogos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí pidieron dar más tiempo para determinar si se abrirá más o ya será necesario reforzar el suelo. A su paso, la grieta derribó algunos pirules y otros se encuentran en vilo, con el riesgo de caer en el precipicio si continúa lloviendo.
En algunas casas de cartón, la grieta pasó por la mitad de ellas, y obligó a sus moradores a abandonarlas para tratar de encontrar otro refugio.
Algunas de las casas quedaron en medio de la grieta, pero no se han derrumbado.
Los vecinos explicaron que si la grieta se abre más, es probable que se caigan y sea necesaria la reposición total de las construcciones.
Los habitantes quitan la madera y los materiales para construir en otro lado sus refugios, en tanto queda definida la forma en que serán reubicados en definitiva.
Cerca de las vías México-Laredo, hay quince trabajadores de la empresa Kansas City Southern de México reemplazando durmientes y reparando la totalidad de la vía en la zona cercana.
Los rieles dañados durante el derrumbe
Si bien taparon con tepetate, arena y grava, dejan durmientes para apuntalar la vía, con la ayuda de un camión de los conocidos como “anfibios” (utilizables sobre rieles y en la tierra), pero refuerzan para evitar un descarrilamiento posterior.
Muy cerca de la grieta, hay una torre de cables de alta tensión.
Las patas se encuentran sujetas a zapatas de diez metros de profundidad. La grieta hasta ahora se ha abierto 3 metros, y ya afecta en parte una de las patas de la torre de alta tensión.
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