Críticas extradeportivas a dos jugadores preocupan a técnico alemán en Mundial

Críticas extradeportivas a dos jugadores preocupan a técnico alemán en Mundial

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Mesut Ozil e Ilkay Gundogan / Foto: AP
BERLÍN (AP) — Las críticas a dos jugadores por temas relacionados con la política provocaron que la selección alemana partiera a su aventura mundialista en Rusia con algunas preocupaciones extradeportivas.
El debate sobre temas relacionados con la integración, el orgullo nacional y lo que significa representar al país ha dañado una iniciativa de la federación alemana para promover la inclusión y la tolerancia.
Ilkay Gundogan, volante de la selección, fue abucheado por aficionados alemanes el viernes, durante un partido de fogueo ante Arabia Saudí.
Pese a los exhortos del seleccionador nacional Joachim Loew para que el jugador recibiera aplausos al ingresar en la cancha, muchos hinchas lo increparon en el momento en que entró como sustituto y cada vez que tocó el balón durante el último cotejo amistoso de Alemania antes de la Copa del Mundo.
Los silbidos y abucheos llegaron luego que Gundogan y su compañero de la selección Mesut Ozil posaron para varias fotos con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Londres, el mes pasado.
Ambos futbolistas, nacidos en Alemania pero de ascendencia turca, obsequiaron a Erdogan camisetas de sus clubes. Gundogan colocó un autógrafo en su casaca del Manchester City y dedicó el obsequio a “mi respetado presidente”.
Erdogan busca afianzarse en el poder durante unas elecciones previstas para este mes. Unos 1.4 millones de expatriados turcos tienen derecho a votar desde Alemania.
Beatrix von Storch, legisladora del partido ultraderechista alemán AfD, publicó en las redes sociales la pregunta de por qué Gundogan jugaba para la selección alemana si Erdogan era su presidente.
Gundogan dijo que jamás fue su intención emitir una declaración con tintes políticos. Con motivo del partido ante Arabia Saudí, emitió un tuit en el que dijo: “El último encuentro antes de la Copa del Mundo... y todavía estoy orgulloso de jugar por este país”.
Ozil permaneció en el banquillo ante los saudíes debido a una lesión de rodilla. Por lo tanto, no fue blanco de los abucheos.
Loew lamentó la reacción del público.
“Esto me lastima, porque un equipo depende de que cada jugador reciba apoyo”, indicó. “El que haya silbidos hacia un jugador no ayuda a nadie”.
No es la primera vez que Loew critica la conducta de los aficionados. Se disgustó tras un partido disputado en septiembre en Praga, como parte de las eliminatorias, cuando unos 200 fanáticos corearon consignas nazis y racistas.
“Ellos no son nuestros seguidores”, dijo el entrenador entonces.
Pero los pitos a Gundogan no han provenido esta vez solo de hooligans racistas.
La Federación pudo haber agravado la situación al amonestar públicamente a Gundogan y Ozil. El presidente de la Federación Reinhard Grindel los criticó a ambos y exigió una explicación sobre las fotos con Erdogan.
Aunque la Federación ha manifestado su orgullo por el hecho de que la selección tenga un plantel multicultural, han surgido cuestionamientos acerca de la lealtad de jugadores con raíces fuera de Alemania, como Sami Khedira, Antonio Ruedinger y Jerome Boateng.