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La violencia y estigmatización hacia el género femenino no es un problema que atañe a un solo país. Se vive en toda América latina.
Ante esta inquietud nace la obra "Paisajes para no colorear".
Nueve mujeres chilenas -adolescentes de entre 13 y 17 años- alzan la voz. ¿Qué es lo que tienen que decir? La respuesta sorprendió hasta al director Marco Leyera quien comenzó el proyecto entre 2015 y 2016.
"En Chile hubieron casos atroces donde las víctimas eran menores de edad, mujeres. Al empezar a estudiar nos dimos cuenta que se trataba de una conducta bastante normalizada no solamente aquí sino en Latinoamérica: Argentina, Brasil, México", comenta en entrevista.
"Queríamos saber en qué estaba este mundo adolescentes chileno femenino, cómo se desarrollaba ante estos actos de violencia".
Leyera recuerda que durante más de un año su equipo de dedicó a la tarea de investigar y realizar talleres en diferentes comunas de Santiago para, de esa forma, conocer a las adolescentes y qué era lo que tenían que decir. Después realizó audiciones a cientos de niñas para únicamente quedar con 25, de las cuales solo 9 llegaron a integrar el elenco final del montaje.
"Es muy bello este trabajo, volvemos a encantarnos con el teatro porque es una obra que conmociona y visibiliza cosas que no queremos ver y en el fondo ellas no son el futuro, son el presente y nos muestran el nuevo paradigma de la generación que viene", considera.
"Cuando empezamos a ver qué temas le interesa ver a ellas nos encontramos que son cosas que están en la agenda pública. Es una gran bofetada para nosotros porque son una generación a la que le interesa, que está muy empoderada, muy consciente de sus reivindicaciones, de sus derechos sexuales, como personas, etc.".
En la trama a lo largo de 90 minutos las nueve niñas narran historias de abuso, bullying, violencia familiar, embarazo y aborto, entre otros, retomando historias reales de la vida en Chile.
El elenco está integrado por Ignacia Arenas, Sara Becker y Paula Castro, entre otras. A poco más de medio año de su estreno Layera planea llevar la propuesta de gira por Europa pues considera es un tema tristemente es universal.
Voces jóvenes
Con su corta edad las protagonistas del montaje están conscientes de la importancia de su mensaje y tienen claro qué es lo que quieren transmitir.
"Hemos aprendido mucho de nosotras, de otras realidades y lo que es el ámbito del teatro. Es una gran responsabilidad ser la voz de lo que viven muchas adolescentes pero también es un orgullo poder salir al escenario y representar a todas estas mujeres que estamos pensando y viviendo lo mismo, que queremos ser escuchadas, que somos personas válidas e importantes que tienen algo que decir a la sociedad", comenta Daniela López.
"Estamos intentando hacer un cambio y no nos vamos a callar, vamos a sacar nuestros ideales y todo lo que pensamos adelante", asegura.
La actriz comparte que una de las partes difíciles ha sido cambiar familia, amigos y salidas por asistir a ensayos y funciones, sin embargo su compromiso con la puesta en escena es mayor.
Para Daniela lo más impactante del proceso fue darse cuenta de la realidad que está pasando su país, los asesinatos a mujeres y la rabia e impotencia que eso genera.
Ignacia Atenas, quien también integra el montaje explica que a lo largo de los talleres que realizaron tuvieron que estudiar sobre casos reales de feminicidio.
"Creo que lo más difícil ha sido haber tenido que aprender de realidades muy fuertes que le pasan a niñas día a día", comparte.
"Son cosas totalmente silenciadas por la sociedad y yo creo que eso es lo que más da rabia".
