Los desafíos de la representación en 'Tu vida es mi vida'
La importancia de contar historias auténticas en televisión
Bruno Pizá y Pedro Baldo, Diego y Arturo en "Tu vida es mi vida", no tenían contemplado que la historia de sus personajes sería tan bien recibida por la audiencia, que -a pocas semanas del final de la telenovela- les piden que exista un spin-off que revele qué le deparará a su amor, lo que para los actores es una demostración de que el público desea ver reflejadas historias cada vez más reales, que desafíen las narrativas convencionales que antes se contaban en los melodramas.
Por años, el drama, el desamor, la venganza, los amores imposibles, la traición, el perdón y la reconciliación han sido artífices para que una producción televisiva alcance éxito entre la audiencia. Las y los televidentes han consumido narrativas que se alejan vastamente de lo que ocurre en sus vidas cotidianas. Sin embargo, las nuevas formas de contar historias demuestran que la necesidad del público ha cambiado, pues ahora gusta de sentirse identificado con los productos que ve en la pantalla chica.
Uno de estos casos es lo que ocurre con la telenovela de Angelli Nesma; "Tu vida es mi vida", protagonizada por Susana González (Paula) y Valentino Lanus (Pepe) quienes, más que luchar contra el tiempo que les queda para disfrutar de su amor, debido al cáncer avanzado que padece Paula, concilian con todos aquellos impedimentos que parecieran ponerse en su camino.
Son muchos los subtextos que el melodrama ofrece, pero, sin duda, ha sido la historia de amor entre Diego y Arturo la que ha enganchado especialmente a su audiencia. En redes sociales se ha visto reflejada la gran aceptación que existe por sus personajes que, a pesar de amarse, no se deciden a concretar una relación, debido al temor que experimentan de ser señalados por su entorno, invadido de tabúes y prejuicios.
Para Bruno y Pedro es una grata sorpresa percatarse de que la historia de sus personajes logró lo que tanto esperaban, producir empatía con el público:
"Se siente muy bonito, yo sinceramente no me esperaba el boom en redes, donde prima lo que es el público juvenil, estamos tocando un tema que le llega a las generaciones nuevas, es una alegría, una responsabilidad desde el principio, que el público lo haya recibido tan bien, me emociona mucho", dijo Baldo.
Pizá mostró gratitud por formar parte de un proyecto tan exitoso en su debut como actor:
"Es mi primer proyecto como tal, Diego es mi primer personaje, la verdad, en ningún momento me imaginé que está iba a ser la respuesta del público, ha sido la cosa más maravillosa porque fue un proyecto que se hizo con muchísimo amor, con muchísima paciencia, muchísima disciplina y muchísima pasión".
Hoy, los actores disfrutan de los frutos que cosechó su trabajo, pero, en un inicio del proyecto, cuando les ofrecieron interpretar a sus personajes, también experimentaron miedo, debido a la trascendencia que para los dos significaba representar a la comunidad LGBTIQ+ de una forma digna y respetuosa.
"La responsabilidad con el público nuevo, poder contar una historia de manera respetuosa, que toda la comunidad y todas las personas que tengan un conflicto con su orientación sexual y su identidad se sientan realmente representadas, de una forma real, ese era el temor, hacer un personaje que no estuviera a la altura de la historia que han vivido", expresó Baldo.
Aunado a este compromiso, Bruno también atravesó incertidumbre de cómo reaccionaría el público más conservador con la historia de sus personajes, pero, en el camino, supo que interpretar a Diego no sólo fue la decisión correcta, sino una decisión que le cambió la vida.
"Definitivamente sí hubo un miedo, hay todavía muchísimos tabúes, todavía hay perspectivas homofóbicas, pero la emoción y la gratitud de poder contar una historia que merece visibilidad fue más grande, ambos sabíamos que muchas personas se iban a sentir identificadas, esa responsabilidad fue más grande que el temor".
Ambos coinciden en que aconsejarían a sus personajes que sigan a su corazón, se mantengan fieles a sus sentimientos y se conduzcan con sinceridad, siempre y cuando eso no pase por encima de otras personas.
Bruno le habla de esta manera a Diego, su personaje en la telenovela:
"Sé honesto contigo mismo, antes de serlo con cualquier otra persona; habla siempre con la verdad a las personas que amas, sé tú mismo, no puedes bloquear tu propia felicidad, no creo que eso sea ser egoísta, eso es ponerte a ti primero, escúchate".
En su caso, Pedro también envió un mensaje a Arturo:
"Que escuche a su corazón, está escuchando muchas voces externas, tiene una cantidad de voces en su cabeza, pero él sabe lo que quiere, sabe lo que siente, sabe quién es, pero tiene tanto miedo por todo este prejuicio, por el ambiente en que se crio; yo le diría que va a ser un proceso difícil, pero es muy necesario aceptar quién es, descubrirlo y si, al fin y al cabo, sus amigos y su familia le dan la espalda, esa gente no tiene que estar ahí, que no le haga daño a la gente que de verdad lo quiere por sus indecisiones".
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