Importancia de dormir temprano para la salud mental

CIUDAD DE MÉXICO, junio 22 (EL UNIVERSAL).- El cuidado de la salud en el presente es fundamental si buscamos tener una vejez con una calidad de vida óptima. Una correcta alimentación, la realización de actividad física y la incorporación de otros hábitos saludables son necesarias para mejorar el funcionamiento del organismo y garantizarle un mantenimiento adecuado.

Entre esos hábitos considerados saludables se encuentra también el acto de dormir. El Instituto Mayo Clinic afirma que a medida que envejecemos nuestros patrones de sueño podrían cambiar y además remarca que dormir menos de siete horas por noche con regularidad se vincula con un estado de salud deficiente.

En este marco, un estudio realizado por la Universidad de Stanford de Estados Unidos puso la lupa sobre la relación entre el acto de dormir y la salud mental de las personas. En una muestra de 73.888 personas adultas se investigó el horario en el que iniciaban su descanso nocturno y cómo esto podía afectar a salud, acelerando los signos del envejecimiento.

Uno de los primeros resultados revelados por este estudio fue que aquellas personas que se acuestan y duermen temprano demuestran tener una mejor salud mental que aquellas que cierran sus ojos más tarde. Además, relacionaron directamente el acostarse tarde con una peor salud mental.

Desde el Instituto Mayo Clinic afirman que algo a tener en cuenta siempre es la cantidad de horas de descanso y en este marco precisan que eso dependerá principalmente de nuestra edad. A medida que ingresamos en la vejez, el dormir es más liviano y pueden despertarse varias veces en las noches. De todos modos, el centro de este artículo tiene que ver con la hora en la que nos vamos a dormir y es por eso que te compartimos las siguientes consideraciones.

El estudio de la Universidad de Stanford precisó que para ralentizar el envejecimiento o tener una vejez más saludable, lo ideal es irse a dormir o iniciar el descanso antes de la 1 de la madrugada. Se tratará de algo a lo que debemos acostumbrar a nuestro cuerpo, hasta que lo incorporemos como un hábito saludable.