La infusión de menta: aliada natural para bajar la fiebre

Todo lo que podamos hacer para cuidar de nuestra salud podemos decir que es bienvenido. Desde hace muchos años atrás los humanos se han abocado a la utilización de plantas, hierbas, raíces y demás productos de la naturaleza con los que preparaban infusiones y mezclas para el cuidado de la salud.

Combatir algunas dolencias, calmar dolores y prevenir ciertas enfermedades les fueron adjudicadas como propiedades medicinales a ciertas especies y, a pesar del paso de los años, algunas permanecen como tradición. Al respecto, hoy te contaremos sobre una infusión que puedes preparar porque es efectiva para bajar la fiebre.

La fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal, señala el Instituto Mayo Clinic. Se trata de una parte de la respuesta general de nuestro sistema inmunitario, motivo por el cual se sabe que la fiebre se debe a una infección. Existen varios medicamentos de venta libre para bajar la fiebre, pero, si no causa molestias, no es necesario tratarla.

Tomando como punto de partida estas apreciaciones, te contamos que una infusión preparada con menta es muy beneficiosa para la salud, especialmente para bajar la temperatura corporal que causa la fiebre. Para prepararla solo debes incluir hojas de menta en agua caliente durante unos 15 minutos y listo, a disfrutar de sus beneficios para nuestra salud.

Mayo Clinic afirma que el consumo de la infusión de menta colabora con nuestra digestión, mientras que Clínica Cleveland señala que la menta contiene mentol que ayuda a aliviar la congestión nasal, relajar los músculos de la garganta y a disminuir la fiebre. Esta especie aporta a nuestro organismo propiedades antivirales y antibacterianas, por lo que incluirla en tu rutina alimenticia será una decisión acertada.

Más allá de los beneficios señalados, los profesionales de la salud recomiendan no excederse en su consumo y hacerlo cuando el cuerpo en verdad lo necesite. Además, no recomiendan esta infusión en mujeres embarazadas y personas con reflujo gastroesofágico ya que entre sus efectos relaja el esfínter esofágico ocasionando acidez. De todos modos, como siempre advertimos, la consulta con el médico de cabecera debe ser lo primero antes de cualquier cambio en nuestra alimentación.