El Sol Naciente

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Gyaru

Querido amigo,
Desde que llegamos a Shibuya vimos a una gran cantidad de jóvenes vestidos de una manera muy particular, con unos peinados estrambóticos y todo tipo de maquillaje llamativo, es esta la manifestación de la llamada sub cultura Gyaru.

Los Gyaru son lo que se puede considerar como una tribu urbana o subcultura, y está compuesta por dos corrientes: las Gals y su contraparte masculina que son los Gyaruo. Este grupo de jóvenes se preocupa de manera muy especial por su belleza, ya que cuidan hasta el más mínimo detalle de su ropa, cabello, uñas, maquillaje, calzado e, inclusive, aspectos como el tipo de fundas para sus celulares, audífonos, etc.
La palabra Gal es una abreviación de la palabra inglesa girl, igualmente, la palabra se pronuncia como Gyaru en el japonés.

La teoría más común acerca del origen de este nombre es que deviene de la palabra kogai, que a su vez viene del instituto Koko, o bien de ko, que significa niño en japonés. Como quiera que fuere, en todo el Imperio del sol naciente, está presente la subcultura Gyaru.

Se dice que esta expresión cultural nace de la inconformidad de la mujer japonesa por seguir viviendo dentro de un esquema de predominancia masculina que influye, incluso, en la moda a seguir por el sexo femenino.

Así que, admirando a una serie de músicos de rock que usaban uñas y pestañas postizas, minifaldas muy coloridas, peinados sofisticados o estrambóticos fue como se inició este movimiento que hoy se extiende por todo Japón y que inclusive llegó a influir en la forma de vestir y actuar de los varones jóvenes que se unieron al movimiento. De esta manera, las mujeres no sólo dieron una tendencia en la moda en el vestir, sino también en la forma de pensar y actuar de un amplio sector de la juventud nipona.

Esta corriente de la moda está también representada ampliamente en los famosos Manga, ese comic japonés tan admirado ya en el mundo entero por todos los jóvenes. Por cierto, aquí en una librería acabo de adquirir varios mangas en una edición bilingüe japonés-inglés, para llevárselos a mi hijo Joserra y los evalué desde el punto de vista literario y estético.

Le comentaba a Charis acerca de cómo me vería peinándome y vistiéndome como estos muchachos, y por respuesta recibí un “estás loco, primero adelgaza unos cuarenta kilos y luego ya comenzamos a pensar si puedes o no”.