Castellano Melo aborda migración y afroamericanos en mural
CIUDAD DE MÉXIC.- Como parte de la exposición “El Espíritu del 22: un siglo de muralismo en San Ildefonso”, artistas contemporáneos pintan murales para complementar la muestra. Actualmente es el turno del artista Baltazar Castellano Melo (Guerrero, 1983), quien trabaja el tema de la identidad de los afromexicanos y la migración.
“La muerte de las culturas (el México negro)” es el título del mural en el que trabaja Castellano, en colaboración de Olga Manzano y José Luis Hernández Guzmán, artistas y miembros del Colectivo Raíz de la Ceiba.
El mural que hace Baltazar en San Ildefonso tiene su origen en dos series de obras que el artista hizo en el pasado, bajo el título de “El Migrar” y “La muerte de las culturas”, en el que reflexiona sobre cómo la violencia propicia la migración y cómo estos dos elementos causan la muerte de las culturas.
“Migramos por la violencia, el destierro. La muerte de las culturas también tiene que ver con eso, porque cada vez que iba a mi pueblo (Cuajinicuilapa), ya no estaba un danzante o un músico porque ya lo habían matado, desaparecido o huido”, declara Baltazar Castellano en entrevista.
La escena del mural muestra a un grupo de personas cruzando por el Río Bravo. Al centro está Baltazar y su hermano, quien emigró a Estados Unidos cuando él era un niño. En la pintura se ve cómo su hermano le entrega una semilla a Baltazar, que simboliza cómo le lega la responsabilidad de cuidar a su familia y comunidad.
“Está lleno de simbolismos. Es una experiencia muy personal. Es el problema de la costa en general. Mi hermano se va a Estados Unidos y yo me quedo a estudiar artes. Me le escapo al coyote y me voy al monte a esconder. Me otorga la semilla, que es la responsabilidad para quedarme y seguir tal vez con esta misión, porque doy talleres de arte en la comunidad”, detalla Castellano.
La vestimenta también tiene un rol importante en la obra de Baltazar Castellano, pues es una forma de marcar cómo la migración se modifica cuando las personas dejan su lugar de origen. En el mural, aquellos que apenas emprenden su viaje usan sus prendas con típicos estampados de la comunidad afromexicana, mientras que aquellos que llegan a Estados Unidos ya usan tenis Converse, Nike y accesorios como una gorra de los Yankees de Nueva York.
“La mochila es símbolo del caminante, lo más ligera posible. (...) La ropa es muy importante para mí, sobre todo el textil porque en la costa convivimos con nahuas, zapotecos, estamos en la frontera con Oaxaca, eso es parte de nuestra identidad. Nos arroparon con bordados y telas. También vemos a las marcas nuevas de la ciudad y cómo los que llegan van perdiendo su otra identidad”, señala el artista.
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