JUAN ÁLVAREZ DEL CASTILLO, COMPROMETIDO CON LA TRANSFORMACIÓN DEL ENTORNO URBANO
Presenta “De exactitudes y equilibrios” en el Museo Federico Silva, exposición que se distingue por su enfoque en la geometría, la interacción de materiales y la integración del arte con el espacio público
Juan Álvarez del Castillo Ledesma es un arquitecto y escultor cuyo trabajo se distingue por su enfoque en la geometría, la interacción de materiales y la integración del arte con el espacio público.
Nacido en la Ciudad de México en 1962 y egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan ha sido un creador comprometido con la transformación del entorno urbano, aplicando su formación arquitectónica y su sensibilidad artística a diversos proyectos tanto privados como públicos.
Álvarez trae su exposición escultórica “De exactitudes y equilibrios” exhibida en la planta alta del museo Federico Silva Escultura Contemporánea, con setenta piezas que combinan la arquitectura, diseño y arte, estas figuras están hechas de varios materiales como piedra, metal y en especial se observa el uso del vidrio, una técnica cautivadora a los ojos de las y los espectadores.
El autor respecto al uso de estos elementos menciona que: “Con el dibujo son expresiones que las hice a partir de la línea, que, al no utilizar pincel, sino simplemente línea, era encontrar con el color y con la distancia entre línea y línea el volumen. Ese volumen se traduce en escultura. El tema de los materiales, sea vidrio, sea piedra, sea granito, acero, es que a través del tiempo lo más importante es encontrar materiales que no requieran de mantenimiento”.
EL PROCESO PARA CREAR SUS OBRAS
Uno de los puntos centrales en su obra es la forma en que aborda los materiales. En entrevista con Pulso Diario de San Luis, Álvarez compartió detalles sobre el proceso detrás de sus esculturas y las dificultades inherentes al trabajo con vidrio, piedra, granito, y acero. “Todo inicia con el dibujo”, comenta, enfatizando cómo las líneas trazadas sobre el papel le permiten concebir volúmenes y formas que luego se traducen en la escultura.
Pero trabajar con vidrio, en particular, es todo un reto. Este material se distingue por su capacidad de reflejar luz y crear transparencias que agregan un nivel adicional de complejidad en términos de equilibrio visual y estructural. El vidrio, dice Álvarez, cumple con una cualidad esencial que busca en todos sus materiales: no requiere de mantenimiento constante y, como tal, permite que sus piezas subsistan por sí mismas a lo largo del tiempo, conservando su integridad estética y estructural.
PROPORCIÓN Y GEOMETRÍA,
ASPECTOS MEDULARES
La proporción y la geometría son también aspectos medulares en su práctica artística. Para Juan Álvarez, la geometría no es solo una disciplina abstracta, sino una característica fundamental de la naturaleza. “La geometría también es orgánica”, señala, y agrega que desde muy pequeños aprendemos a identificar estos patrones en nuestro entorno. En su obra, esto se refleja en el uso de fractales, espirales y otras formas geométricas que se encuentran en la naturaleza, y que Álvarez incorpora a sus esculturas.
Los fractales, que son patrones que se repiten indefinidamente en distintas escalas, pueden observarse tanto en sus piezas de pequeño formato como en aquellas de gran escala que se insertan en espacios públicos.
“Pues, de hecho, es precisamente la naturaleza lo que hace que caminemos por este mundo. La geometría también es orgánica y son los elementos que desde muy niños todos aprendemos. Yo creo que por eso es que lo podemos identificar fácilmente”.
EL ARTE PÚBLICO
El arte público ha sido una de las áreas en las que Juan Álvarez ha dejado una huella significativa. A lo largo de su carrera ha colaborado con figuras icónicas del arte y la arquitectura mexicana como Manuel Felguérez, Vicente Rojo, y Fernando González Gortázar, en proyectos de intervención urbana.
Para Álvarez, el arte en el espacio público tiene una función social crucial: permite que las personas interactúen con las obras, integrándose en su vida cotidiana y proporcionando puntos de referencia en el entorno urbano. En este contexto, ha trabajado de la mano de curadores como Luis Ignacio Sainz e Isaac Masri, con quienes ha desarrollado propuestas artísticas que dialogan tanto con el entorno arquitectónico como con el tejido social de las ciudades en las que se encuentran.
Una de las características distintivas del trabajo de Juan Álvarez es su capacidad para integrar diferentes materiales. A menudo combina el uso de piedra, metal y vidrio en sus esculturas, desafiando la percepción del espectador al crear piezas que, aunque formadas por elementos sólidos y pesados, transmiten una sensación de ligereza y equilibrio.
El vidrio, por su transparencia, añade un contraste fascinante con los materiales opacos, generando un juego dinámico de luces y sombras. Este enfoque le permite crear obras que, aunque estáticas en su naturaleza, evocan movimiento y fluidez.
LENGUAJE VISUAL
La obra de Juan Álvarez del Castillo Ledesma es una celebración de la poética de la geometría, donde las formas, los materiales y las proporciones se unen para crear un lenguaje visual que invita al espectador a contemplar el mundo desde una perspectiva renovada. En sus esculturas, lo sólido y lo etéreo se funden para generar piezas que trascienden lo puramente estético, convirtiéndose en un testimonio de la capacidad transformadora del arte.
Esta combinación de rigor geométrico, respeto por los materiales y sensibilidad artística ha permitido a Álvarez del Castillo forjar un legado en el arte contemporáneo mexicano, dejando una marca tanto en el espacio público como en la escena artística de su país.
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