La historia contada en cerámica
Dentro del Museo Regional Potosino se encuentra la exposición permanente “Cerámicas” en la que se aprecian piezas del periodo Preclásico Tardío de la región Huasteca, mostrando la evolución de su cultura en elementos como platos, cajetes y vasijas decoradas con pintura al fresco o impresión textil.
Los y las habitantes de la Huasteca llegaron a esta región desde tiempos remotos, desarrollando una tradición cultural influyente en las tribus nómadas del Norte y en los chichimecas que descendieron al Valle de Anáhuac. Sus comunidades consistían en pequeñas aldeas dispersas con casas de barro y varas, a menudo de planta oval. Desde la era cristiana construyeron plataformas para templos y, más adelante, las elevaron para protegerse de la humedad.
Eran de baja estatura, con cabezas chatas y deformadas. Usaban poca ropa, se decoraban el cabello y el cuerpo con pinturas y tatuajes, y se limaban los dientes. Su vestimenta incluía faldillas, fajas, sombreros cónicos y mantas que reflejaban diferencias sociales. Crearon figurillas que representaban su tipo físico, elaboradas con técnicas finas y decoradas con pintura roja, negra o barro cremoso, asociadas al culto a la fertilidad.
Con el paso del tiempo, desarrollaron cerámicas uniformes como el Zaquil negro y rojo, y otras decoradas con colores como púrpura y amarillo. Además, plasmaron su arte en vasijas antropomorfas y figuras de animales como tejones y tlacuaches. Durante el Posclásico, sus cerámicas incluían platos trípodes y técnicas complejas, mientras que en los periodos Preclásico y Clásico producían piezas de formas simples y funcionales, mostrando siempre una gran habilidad artística.
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