LA LITERATURA INFANTIL LLAVE A UNA SOCIEDAD MÁS EMPÁTICA
LOS LIBROS PUEDEN SER UN REFUGIO EMOCIONAL, UNA VARITA MÁGICA QUE PERMITE A LOS NIÑOS SOÑAR, PENSAR Y TRANSFORMAR SU REALIDAD
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La literatura infantil no solo fomenta la imaginación, sino que también se convierte en una herramienta para inculcar valores, empatía y conciencia social en las nuevas generaciones.
A través de las voces de las destacadas promotoras de lectura, Lourdes Gutiérrez y Zaira Loredo, comparten cómo los cuentos pueden transformar infancias y contribuir a construir una sociedad más inclusiva y empática. Su experiencia y visión nos permiten entender la relevancia de este género en el desarrollo integral de las infancias.
Lourdes Gutiérrez, docente de profesión, promotora de lectura y autora de cuentos infantiles, cuenta con una trayectoria de más de 25 años dedicada a fomentar el amor por los libros. Ha publicado ocho cuentos, entre ellos “La Fortuna de Bertha”, “Hache y Tronchalibros”, obra premiada por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Gutiérrez combina su pasión por la literatura infantil con su habilidad para formar a padres y maestros en torno a la lectura, destacando que los libros no solo iluminan, sino que también transforman y liberan.
Zaira Loredo, Bibliotecaria formada en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y máster en Promoción de la Literatura Infantil por la Universidad de Castilla-La Mancha, España, ha dedicado su carrera a la mediación de lectura y el pensamiento crítico en niños. Es responsable de la sala de lectura Tritacuentos, maestra en el Instituto Potosino de Bellas Artes con el taller Safari Literario, y tallerista en el Colegio Sagrado Corazón, donde trabaja con lectura y pensamiento crítico.
Su especialización en Filosofía para niños y su rol como mediadora del Programa Nacional de Salas de Lectura de Conaculta subrayan su compromiso con la formación integral de las infancias a través de
la literatura.
PILAR FUNDAMENTAL EN
EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA NIÑEZ
Para ambas promotoras, la literatura infantil es un pilar fundamental en el desarrollo integral de la niñez. Lourdes Gutiérrez resalta cómo los libros pueden ser un refugio emocional, una varita mágica que permite a los niños soñar, pensar y transformar su realidad.
Por su parte, Zaira Loredo considera que los cuentos son un vehículo poderoso para nutrir la imaginación y desarrollar habilidades críticas desde temprana edad. “Los libros son espejos y ventanas: permiten verse reflejados y, al mismo tiempo, explorar otros mundos”,
señala Loredo.
Ambas coinciden en que la literatura infantil fomenta valores esenciales como la empatía, la solidaridad y la tolerancia. A través de historias cuidadosamente elaboradas, los niños aprenden a reconocer las emociones propias y ajenas, desarrollando una mayor conciencia social. “Un cuento puede ayudar a un niño a entender lo que significa ponerse en el lugar del otro”, explica Gutiérrez, quien integra esta perspectiva en sus narrativas.
HERRAMIENTAS
DE INCLUSIÓN Y EMPATÍA
La inclusión y el respeto a la diversidad son ejes centrales en la obra de ambas autoras. Gutiérrez y Loredo abordan temas como la discapacidad, la igualdad de género y la diversidad cultural de manera natural y accesible para los niños. Para Zaira Loredo, la clave está en integrar estos mensajes dentro de historias atractivas y significativas: “Cuando los niños encuentran personajes diversos con los que pueden identificarse, comienzan a ver el mundo con ojos más abiertos”.
Por su parte, Lourdes Gutiérrez enfatiza la importancia de presentar a los niños historias que reflejen sus propias experiencias y que, al mismo tiempo, les permitan imaginar nuevas posibilidades. Esto no solo fomenta la inclusión, sino que también contribuye a construir una sociedad más empática y justa. “Mis cuentos buscan derribar muros, invitar a los niños a imaginar un mundo más solidario”, afirma.
EL PODER DE LA CONEXIÓN
EMOCIONAL Y VISUAL
Otro aspecto crucial señalado por ambas autoras es la conexión emocional que se genera en los espacios de lectura compartida. Gutiérrez destaca cómo estas experiencias fortalecen los vínculos familiares y ofrecen a los niños un espacio seguro para expresar sus emociones.
Loredo, en tanto, subraya el impacto del lenguaje visual en los cuentos infantiles, señalando que las ilustraciones no solo complementan la narrativa, sino que también son clave para captar la atención de los lectores más jóvenes. “Las imágenes deben hablar tanto como el texto”, sostiene.
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Ambas autoras coinciden en que los cuentos también pueden ser herramientas eficaces para enseñar a los niños a resolver conflictos. A través de historias donde los personajes enfrentan desafíos, los pequeños pueden aprender estrategias para abordar problemas en su propia vida. “La literatura no solo educa, también inspira y guía”, reflexiona Loredo.
VIVENCIAS PERSONALES
COMO INSPIRACIÓN
Tanto Gutiérrez como Loredo reconocen que sus experiencias personales han influido profundamente en su trabajo. Para Gutiérrez, los libros han sido un refugio en tiempos difíciles y una fuente constante de inspiración. Loredo, por su parte, menciona que su labor en talleres y bibliotecas le ha permitido comprender las necesidades y perspectivas únicas de los niños, enriqueciendo así su escritura.
UN COMPROMISO CON EL FUTURO
En conjunto, las perspectivas de Lourdes Gutiérrez y Zaira Loredo reflejan el poder transformador de la literatura infantil. Ambas abogan por cuentos que no solo entretengan, sino que también eduquen, incluyan y sensibilicen. Su trabajo es un recordatorio de que la literatura no es solo un medio de expresión artística, sino también una herramienta esencial para construir un mundo más justo y empático. Como señala Gutiérrez, “leer ilumina, pero también transforma”.
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