La muñeca Lele
La muñeca Lele, cuyo nombre en otomí significa “bebé”, es una icónica artesanía originaria del municipio de Amealco, en Querétaro. Representa una fusión de tradiciones prehispánicas y elementos coloniales, y es elaborada a mano por mujeres de las comunidades otomíes de Santiago Mexquititlán y San Ildefonso Tultepec, quienes han mantenido viva esta tradición a lo largo de generaciones.
Representaciones de estas piezas artesanales están expuestas en “Tradiciones Populares” dentro del Museo Francisco Cossío, elaboradas por los artistas Azteca y Towers, disponibles hasta el 16 de febrero de 2025. Lele no solo es un símbolo cultural, sino también una pieza clave en la economía local. Su elaboración y venta proporcionan sustento a muchas familias artesanas de Amealco, especialmente a las mujeres, y contribuyen al empoderamiento y la promoción de su legado cultural.
Las primeras versiones de estas muñecas eran creadas con materiales como arcilla, palma y cabellos de maíz, y cumplían un papel ritual, ser colocadas en tumbas infantiles para proteger sus espíritus. Con el tiempo, y bajo la influencia de la colonización, se transformaron en juguetes que se ofrecían en mercados como alternativa a los artículos importados de España. Hoy, Lele es reconocida por sus llamativas trenzas adornadas con cintas de colores y la vestimenta tradicional que simboliza la identidad de las mujeres otomíes.
En 2018, Lele fue declarada Patrimonio Cultural del estado de Querétaro, subrayando su importancia en la preservación de las tradiciones y la identidad de los pueblos originarios. En los últimos años, esta muñeca ha trascendido las fronteras mexicanas, viajando por el mundo y siendo exhibida en ciudades como Madrid, Londres, Shanghái y Los Ángeles, sirviendo de embajadora cultural que promueve la riqueza artesanal de México.