Malva Flores narra el quehacer literario frente a la cotidianidad

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Malva Flores narra el quehacer literario frente a la cotidianidad

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Ciudad de México.- En el marco de la primera edición del Festival Cuadernos Hispanoamericanos, la poeta mexicana Malva Flores (1961) confesó que a diferencia de otros autores a ella le gusta; primero, tener el nombre de su obra, después el epígrafe y el final porque este recorrido le permite tener mayor conocimiento de la dirección a la cual se dirige, y cuando esto ocurre escribe poesía o ensayo.

En la mesa “Aquí y ahora: la crónica de hechos y la subjetividad en la narración de la realidad” realizada en la sala Rosario Castellanos de la Casa del Lago —en donde también estuvo presente el escritor y periodista Ignacio Vidal Folch (Barcelona, 1956)—, la también narradora y ensayista compartió que a veces en el camino de escritura “me tuerzo y no termino lo que debería de terminar”.

EXPERIENCIA

Doctora en letras mexicanas, Flores detalló que en su experiencia “a veces no es lo que esperabas, eso me provoca un enorme gusto, porque no sé en qué va a terminar, y como vivo a 400 kilómetros fuera de la Ciudad de México las cosas me llegan distorsionadas”, sumado a la presencia de acontecimientos que ocurren lejos de ella y solo puede conocerlos a través de las noticias, y es ahí, en la distancia y en la escucha de lo reportado que “me toca escribir”. 

Flores compartió de forma breve el impacto que tiene la experiencia del encierro en la escritura; “haber permanecido encerrada seis años no sé si mejoró mi obra poética, pero mirar hacia el techo y a la ventana me hizo modificar mi escritura”.

“Escribo poesía, entonces hice dos libros sobre la locura, sobre esas situaciones obsesivas cuando uno está todo el tiempo encerrado, y todo esto fue lo que me deparó el encierro, pensando obsesivamente en pequeñas cosas que, quizá, no me hubiera dado cuenta si estuviera en el exterior”, rescató la autora de obras como Aparece un instante, Nevermore (2012) y Luz de la materia (2011). 

 Por su parte, el escritor español Folch se refirió a Cuaderno Gris, de Josep Pla (1897-1981) —considerado uno de los grandes libros de la literatura catalana por su calidad narrativa—, e indicó que “todos los catalanes leen a Pla, quien escribió su obra muy joven, siendo una referencia de esfuerzo y trabajo en el proceso de escritura.