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Las ovejas aprenden a contar pastores
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Narrar una historia es cosa complicada,
como esconder la Atlántida en una caja de zapatos.
Simón el estilita piensa
en el flogisto,
arriba, a diecisiete metros
de distancia.
Desenredo la trama
de un conejo
que pierde la carrera,
todo porque Sirio
y su salida heliaca.
Sin embargo,
más allá de todo,
Amor es el hilo:
cuchillero despiadado,
malevo encantador.
El desenlace, siempre,
es azaroso.
Es hora de marcharse,
la fortuna es amarilla,
mañana encontraré otro final para la historia,
sin contar con los espejos.