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MUSEO ITINERANTE INSECTOS DEL MUNDO”

El fin de este insectario es desmitificar las creencias erróneas que se tienen sobre algunos de estos animales, que desempeñan un papel crucial en los ecosistemas

Por Estrella Govea PULSO

Febrero 03, 2025 03:00 a.m.

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En todo México persisten creencias erróneas sobre los insectos y otros artrópodos. Muchas personas continúan considerando a ciertos animales como peligrosos o venenosos cuando en realidad desempeñan un papel crucial en los ecosistemas. Para cambiar esta percepción, Esther López y su esposo Omar Guzmán han creado el museo itinerante “Los Insectos del Mundo”, que acerca a la población a estos seres vivos desde una perspectiva educativa y científica.

El proyecto, nacido en tiempos de pandemia, combina la experiencia de Esther en el área educativa con el conocimiento de Omar, quien es entomólogo. A través de exposiciones, conferencias y actividades interactivas, buscan desmitificar las creencias erróneas y fomentar el respeto por los insectos y otros invertebrados. “Muchas veces hay información que se pasa de generación en generación y es muy difícil quitar ideas muy arraigadas de la gente”, explica Esther.

Omar Guzmán, cofundador del museo itinerante, destaca la diversidad de especies que forman parte de la exposición: “Principalmente, tenemos los escarabajos más pesados del mundo, los más grandes, mariposas venenosas, insectos palo gigantes, tarántulas, algunos tipos de arácnidos, gran variedad de chinches, avispas, cucarachas, grillos, saltamontes, caras de niño, mantis religiosas y una increíble variedad de especies de escarabajos”.

CRIATURAS MÁS ABUNDANTES DEL PLANETA

Respecto al origen del proyecto, Guzmán explica que la idea surgió al notar que muchas colecciones entomológicas permanecen privadas y fuera del alcance del público. “Los insectos son de las criaturas más abundantes del planeta y de las menos conocidas. Para mí, son tan impresionantes que se me hace tacaño esconderlos solo para quienes los estudian a fondo. Creo que es algo tan bonito que se tiene que compartir con el resto de la población”, señala.

VINAGRILLOS

Uno de los mitos más comunes que han enfrentado es el relacionado con los vinagrillos, una especie inofensiva que, en lugares como Taxco, Guerrero, es vista como altamente peligrosa. “Nos decían que su veneno era necrótico y que había que matarlos con gasolina y fuego. Pero en realidad, son inofensivos y muy beneficiosos para el ecosistema”, aclara.

POLILLAS NEGRAS

Otro caso recurrente es el de las polillas negras, también son asociadas a las “brujas” en diversas regiones del país. Según la creencia popular, su presencia en una casa es presagio de muerte o mala suerte. Sin embargo, Esther explica que su aparición está relacionada con los ciclos naturales: “Coincide con el final de la temporada de lluvias y con las fechas del Día de Muertos, lo que ha generado esta asociación”. En realidad, se trata de polinizadoras nocturnas que cumplen una función clave en la biodiversidad.

ALACRANES

Los alacranes también son motivo de muchas falsas creencias. Una de las más difundidas es que entre más grandes sean, más veneno poseen. En realidad, la toxicidad de un alacrán está más relacionada con la estructura de su cuerpo que con su tamaño. “Si tiene tenazas grandes, la toxicidad de su veneno suele ser menor”, explica López, señalando que los ejemplares adultos regulan la cantidad de veneno que inyectan como mecanismo de defensa.

EDUCACIÓN AMBIENTAL

El museo itinerante también contribuye a la educación ambiental desde edades tempranas. Mediante actividades lúdicas y vivenciales, los niños pueden interactuar con algunos ejemplares vivos y aprender sobre su importancia en la medicina, la agricultura y la tecnología. Uno de los ejemplos que presentan es el de una mariposa sudamericana con alas recubiertas de micro escamas, cuyo mecanismo de refracción de la luz ha inspirado el desarrollo de materiales impermeables y experimentos para la creación del “negro más negro” sin pigmentos.

El impacto del museo en la percepción de los insectos es evidente. “Muchas personas entran con una idea y salen con otra”, comenta Esther. Quienes temían a las tarántulas descubren que no representan peligro para los humanos y que, en cambio, ayudan al control de plagas. De igual manera, aprenden que ciertas mariposas pueden ser tóxicas, desafiando la visión idílica que se tiene de ellas.

A lo largo de su recorrido, el museo ha logrado captar el interés de distintos sectores de la población, incluyendo estudiantes, académicos y familias.

DIVERSIDAD DE ESPECIES

La diversidad de especies exhibidas y la posibilidad de interactuar con algunos ejemplares vivos han convertido esta experiencia en una herramienta efectiva para cambiar la percepción sobre los insectos y su importancia en la naturaleza.

En el futuro, Guzmán y López esperan expandir su proyecto, llegando a más comunidades y fortaleciendo su impacto educativo. Consideran que la información científica accesible es clave para combatir la desinformación y fomentar el respeto por todas las formas de vida. Su objetivo es seguir compartiendo su conocimiento y despertar la curiosidad de nuevas generaciones sobre estos fascinantes seres vivos.

UN DESAFÍO

A pesar de los desafíos logísticos de operar sin patrocinadores y depender de recomendaciones de escuelas y visitantes, el museo sigue recorriendo el país con el objetivo de generar un cambio en la percepción de los insectos, y se pueden contactar a través de las redes sociales con el mismo nombre del proyecto, así como, al teléfono 55 64 64 89 21. 

Esther y Omar hacen una invitación abierta al público: “Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo. Al visitarnos, podrán conocer ejemplares de otras partes del mundo y derribar mitos sobre ellos”.