Reapertura y restauración del emblemático Teatro de los Vigilanti en Elba
Legado artístico y cultural: Teatro de los Vigilanti en Elba
Roma, 20 may (EFE).- El 'Teatro de los Vigilanti', construido en la isla italiana de Elba por el emperador francés Napoleón Bonaparte durante su primer exilio, ha reabierto sus puertas tras una profunda restauración en la que se han descubierto inéditas pinturas murales.
La renovación del teatro, en el municipio de Portoferraio, ha sido posible gracias a los fondos del Plan de Recuperación europeo, según un comunicado del ayuntamiento.
El 'Teatro dei Vigilanti' ha sido reformado completamente para hacerlo más eficiente desde el punto de vista energético y se ha dado lustre a sus palcos, donde durante las obras se han encontrado nuevas pinturas murales probablemente de tiempos napoleónicos.
Esto, según el consistorio, permitirá "una mejor interpretación histórica" del monumento.
El lugar era considerado uno de los símbolos de Portoferraio pero con el paso de los siglos había quedado sumido en un grave estado que no solo imposibilitaba su uso artístico sino que suponía un peligro para la seguridad de los viandantes.
El edificio se encuentra en un lugar marcado por la historia. En la primera mitad del siglo XVII, dos siglos antes de que Italia naciera como país unificado, el gobernador de Portoferraio, Orazio Borbone Marchese di Sorbello eligió el lugar para construir una capilla de planta octogonal para su sepultura.
Sin embargo, en 1714 su sucesor, Girolamo Piccolini, decretó la demolición de la capilla para construir una nueva iglesia en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.
El templo acabó desconsagrado y fue utilizado como almacén militar hasta que en 1814 Napoleón llegó exiliado a Elba, tras sus derrotas y la restauración de la monarquía francesa (ahí permanecería un año hasta su regreso a Francia para el Gobierno de los "Cien Días" y su posterior confinamiento definitivo hasta su muerte en 1821 en la isla de Santa Elena, en el océano Atlántico).
El emperador propuso entonces la realización de un pequeño teatro en aquel abandonado almacén militar y el resultado, obra del arquitecto Paolo Bargigli, fue un edificio en forma de herradura con 65 palcos y cuatro plantas de altura.
Napoleón además animó a las principales familias nobiliarias de Portoferraio a crear la conocida como "Academia de los Afortunados" para encargarse de la gestión del edificio.
La inauguración del 'Teatro dei Vigilanti' tuvo lugar el 24 de enero de 1815 con una ceremonia solemne que contó con la madre del general francés, Lucrezia Ramolino, y una de las hermanas de este, Paolina.
Pese a la marcha del emperador y sus seguidores, el 25 de febrero de 1815, el teatro mantuvo sus representaciones pero con el paso del tiempo fue cayendo en el abandono, convertido en cine en 1937 y cerrado hasta ahora el 6 de enero de 1952.
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