A-AA+
Ciudad de México.- El filósofo David Pastor Vico se levanta cada mañana extrañando los molletes con jamón que desayunaba en su querida Sevilla y echando de menos su tierra mientras espera en las infinitas colas de autos de Ciudad de México, pero al entrar en la UNAM, donde es toda una institución, se siente un mexicano más.
Vico es filósofo y “migrante por herencia”: nació en Bélgica en 1976, donde residían sus padres, vivió su infancia en Sevilla y ahora radica en México desde hace casi siete años, donde trabaja para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde da el discurso de bienvenida a los más de 35.000 nuevos alumnos cada año. En estas conferencias, y en muchas otras que ha dado en el país Latinoamericano, trata, de manera desenfadada y mediante el lenguaje informal, de fomentar el pensamiento crítico en los jóvenes que le observan expectantes desde las butacas.
La clave de su éxito es precisamente quitar hierro a un asunto que en muchas ocasiones resulta “poco accesible” o “muy elevado”: la filosofía.
El filósofo y escritor, que plasmó el contenido de estas conferencias en el libro “Filosofía para desconfiados”, llegó a México en un proceso que calificó de “extraño” en entrevista con Efe.
“Empiezo organizando congresos de filosofía en la Universidad de Sevilla y cuando me quiero dar cuenta estoy dando clases. Después me llamaron de la UNAM y empecé haciendo funciones administrativas porque mi especialidad es la ética de la comunicación”, detalló.
Actualmente imparte asesoría pedagógica a profesores, clases a jóvenes y también trabaja con padres, a través de lo cual ha conseguido “conocer la realidad de los alumnos de esta casa de
estudios”, explicó.