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Casta dorada Sin consecuencias

Generosos con el dinero que no fue suyo, los diputados locales beneficiaron a sus protegidos, muchos de ellos etiquetados como aviadores, en dos ocasiones.

El reporte de cheques de septiembre, el último de la LXI Legislatura, acumuló más de un mes de retraso en su publicación. Dada la información que presenta, es entendible la intención de ocultarlos.

Y es que el informe revela que los 122 empleados que cobraban en el Congreso por honorarios asimilables a sueldo, los protegidos de los diputados, que se ubicaron en diversas instancias legislativas según se acomodaran los gustos de sus protectores y algunos de los cuales sólo acudían a cobrar sus cheques, recibieron un estrambótico beneficio etiquetado como “gratificación por tareas extraordinarias”, que se sumó a su ya de por sí jugosa liquidación que recibieron en agosto.

Más de 8 millones de pesos recibió el privilegiado grupo de colaboradores legislativos al final de la Legislatura. ¿Estaban justificados esos beneficios? ¿Los recibieron acaso? ¿Se beneficiaron los diputados con parte de esos pagos a través del deleznable recursos de exigir parte de esos beneficios?

La nueva Legislatura tiene como responsabilidad responder esas preguntas, pero también revisar si esos beneficiados siguen en el Congreso con ese antecedente, además de revisar la legalidad de ese último beneficio.

Fue el tercer informe de gobierno 2.0. Y nada más. La comparecencia del gobernador Juan Manuel Carreras López sobre el tema de la seguridad no fue más que un repaso de la información que ya había revelado el mandatario en su más reciente informe, incluyendo los inevitables reconocimientos de que los esfuerzos de la autoridad no están dando resultados.

Los diputados fueron muy corteses con el mandatario. Hasta el aparentemente beligerante diputado del PVEM, Edgardo Hernández Contreras, se vio bastante obsecuente con el mandatario, quizá más ocupado en organizar vía Whatsapp el falso homenaje a su persona.

Apenas un amago sobre la liberalización del consumo de drogas, pero que no pasó de someter a debate la cuestión.

En suma, no se puede esperar mucho de este ejercicio en el que las partes no parecen muy empeñadas en dar un paso que rompa una inercia que no da ningún resultado.

Oscuro panorama pinta para la industria de la construcción en el estado. Este año ha sido de retroceso en la actividad, en comparación con el año pasado.

Y no se avizora un cambio si uno de los principales generadores de obra, los gobiernos, no tiene proyectos relevantes en cartera.

¡HASTA MAÑANA!