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Por si no fuera suficiente el bajo nivel que presenta en la actualidad producto del estiaje, el río Valles registra un alto contenido de nitratos, producto de abonos y fertilizantes de tierras agrícolas, además de fugas de fosas sépticas de aguas residuales, descargas industriales y la erosión de depósitos naturales.
Fabiola García Álvarez, presidenta de la Asociación Civil “Químicos en Movimiento”, explicó que los nitratos no son tóxicos por ser eliminados por el riñón, sin embargo, en el organismo de las personas con problemas gástricos o en niños menores de tres meses, se reduce a nitrito y los absorbe en los glóbulos rojos en la sangre, oxidando el hierro de la hemoglobina a metahemoglobina, disminuyendo la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno.
Reiteró que los nitritos son iones formados por 3 átomos de oxígeno, 1 de nitrógeno y con una carga negativa (NO3) no tienen color ni sabor y se encuentra en la naturaleza disueltos en agua.
Señaló que lo más conveniente en estos momentos es ingerir sólo agua potabilizada y de preferencia hervirla.
