El hombre que se hizo viral por una agresión

CIUDAD VALLES.- Israel Navarrete Sánchez es un mexiquense que vive de las propinas que le dan las vendedoras de gorditas de canasta del bulevar México-Laredo y que se hizo viral porque unos jóvenes le tiraron un cohete, cuando se disponía a dormir en una banqueta de la calle Juárez.

Antes de la última noche del año 2024, el “barbón de las gorditas”, como se le conocía a Israel era uno más de los hombres cotidianos del escenario urbano vallense, pero unos jóvenes le arrojaron una pirotecnia cuando se disponía a dormir y se burlaron, mientras huían por la calle Juárez y, desde ahí, es la persona de la que más se ha hablado en el inicio del año y mientras nadie le había arrojado un artefacto de fuego, era invisible para todos, sin embargo, ahora los ávidos de likes organizan colectas de víveres y de ropa para él.

Es un hombre taciturno de cabello ensortijado, piel blanca, barba encanecida y baja estatura que llegó de Nenepilco, Estado de México hace 25 años a Valles a prestar sus servicios de mandadero a las mujeres que venden gorditas en la México-Laredo e Hidalgo, en pleno centro de la ciudad.

Durante sus primeros años en Valles no hablaba, pero una de las comerciantes, Francisca García Reséndiz hizo que comenzara a comunicarse con palabras y no con visajes o señas a fuerza de pedirle mandados.

La razón de su mutismo fue un amor que le resquebrajó por completo y del que se ha ido curando, según los relatos alternados de Juana María de Anda y Erika Cabrera, vendedoras que le conocen desde hace un cuarto de siglo y con las que lleva una relación que trasciende la amistad.

En su pueblo fue agricultor de frijol, pero tuvo un acceso de confusión mental y aparentemente su familia se desentendió de él, por eso viajó sin rumbo, hasta llegar aquí a Valles.

Los trabajadores del DIF que lo visitaron la noche de este jueves 2 de enero no pudieron persuadirlo de ir a dormir a un lugar cálido, porque ya una vez los de Protección Civil lo guarecieron del frío, llevándolo a un albergue y lo dejaron salir muy tarde, perdiendo las ganancias de todo el día, por estar protegido en el refugio.

Muchas cosas se han dicho de él, pero la exigencia de justicia de miles de usuarios ha hecho conocido a un hombre serio que solamente quiere que lo dejen dormir en la misma banqueta donde ha dormido desde hace décadas.