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No es la primera vez ni la última que se seca Tambaque, por el contrario, cada vez será más severo, pues de acuerdo al departamento del Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas, la deforestación y el sobreuso del agua disminuye la captación sobre todo en estas áreas subterráneas, aseguró el ecologista Alejandro Aguilar Fernández.
Informó que lo que se observa en Tambaque, no es más que el resultado de la deforestación, que no permite que el agua de lluvia se filtre, sino que regresa más rápido al mar, a su ciclo hidrológico, aunado a que hay un sobreuso del vital líquido, pues de cada diez litros, 7 son para uso de riego agrícola, de acuerdo a las estadísticas nacionales.
“Tenemos datos de la Comisión Nacional del Agua, que señalan que la precipitación pluvial no ha disminuido en los últimos años, sigue siendo casi lo mismo, el problema es la captación, en lugares como Tambaque, ubicados en las faldas de la sierra, donde prácticamente brotaba el agua, ahora producto de la deforestación, el agua pasa rápido y se va, lo que estamos viendo ahora se seguirá observando en los próximos años de forma más continua, si no se trabaja a fondo con la reforestación y con el cuidado real del agua, pues los sistemas de riego desperdician millones de litros”.
Aguilar Fernández, señaló que es ahora cuando la población puede palpar, puede ver que estos parajes se están acabando, cuando las instituciones deben reaccionar y empezar a trabajar para resolver la problemática del agua.
“La tendencia no es buena, esto apenas inicia, así como vimos Tamúl, ahora Tambaque, seguiremos viendo muchos parajes naturales que antes mostraban todo su esplendor y hoy sólo quedan rocas amontadas, esto es responsabilidad de todos, hay que empezar a reforestar no sólo las zonas urbanas, sino también las zonas rurales y considerar esta actividad incluso como algo lucrativo, pues la reforestación puede tener muchos beneficios e incluso comerciales”, destacó el ecologista.
