Se realizó con éxito la Carrera del Abrigo

La Carrera del Abrigo, fundada hace 25 años por el recordado Ursus Muñoz Remolina, quien falleció hace dos años, celebró su edición especial con una emotiva jornada en la que se recaudaron más de media tonelada de ropa abrigadora y cobijas destinadas a las comunidades de La Laborcilla y San Luis Gonzaga. El evento logró reunir a más de 500 deportistas y participantes, que caminaron, trotararon o corrieron por una causa solidaria.

La carrera comenzó puntualmente a las 8:01 de la mañana con el tradicional grito de salida: “¡Vámonooos!”, esta vez en voz de Jorge Romo Muñoz, sobrino del fundador. Los corredores partieron desde la esquina de Fray José de Arlegui y avenida Carranza, recorriendo las distancias de 3 y 6.5 kilómetros dentro de la Recreovía, en un ambiente seguro gracias al apoyo de la Policía Vial.

Aunque no hubo cronometraje ni jueceo oficial, se anunciaron los siguientes resultados: 3 kilómetros, abierta varonil, 1er. lugar José Gerardo Sánchez Aguiñaga, número 314, equipo Volkos Fitness; segundo José Benito Gaytán del equipo Reno. En femenil: 1er. lugar Evelin Acosta; segundo sitio Mónica Ariana Vázquez Ruiz; tercera Ana Korina Torres Cázares; cuarta Rosalinda Govea, y quinta Marcela Constante. Niños: Hermanos Hernández Almendariz, Alejandro y María Fernanda, que cursan primaria, con diferentes tiempos, fueron los primeros lugares. Silla de ruedas: 1er. lugar Samuel “Sam” Leura. 

6.5 kilómetros, abierta varonil, 1er. lugar Juan Carlos Rocha Castillo, Team 50; segundo sitio Carlos García, equipo Heriberto de la Torre, y tercero Luis Martínez Loredo, del Club Halcones. En femenil, Zaira Patricia Romero fue la triunfadora, dejando en segundo a Carolina Rocha, y tercer sitio Gabriela Blanco. 

Al final, Imelda, Ursus y Martha, que encabezan la Fundación Ursus Muñoz, hicieron entrega de todo lo donado a las señoras Luisa Ortiz y Dolores Morquecho, representantes de las comunidades La Laborcilla y San Luis Gonzaga.

Ambas agradecieron el apoyo de todos los participantes, y en especial a la Schenellerck Logistic, empresa que donó un lote de 30 cobijas nuevas. Todo fue trasladado en dos camionetas pickup que iban repletas de ropa abrigadora y cobertores.