Trajekt Arc, el nuevo juguete de la MLB
Utiliza información de alta tecnología para replicar a los pitchers de Grandes Ligas

TAMPA.- Néstor Cortés se colocó detrás del plato en la caja de bateo y observó como un robot de 2,5 metros y más de 500 kilogramos lanzó rectas, rectas cortadas y sweepers como los que salen de los dedos del zurdo de los Yanquis de Nueva York.
“Fue como verme lanzar a mí mismo. Qué loco”, dijo el cubanos.
La tecnología ha avanzado mucho desde los días de la Iron Mike, la máquina de lanzamientos.
La nueva Trajekt Arc utiliza información de alta tecnología para simular la forma en la que lanza cada pitcher de la Grandes Ligas y ha sido aprobado por MLB para ser utilizada en la caja de bateo de juegos este año. Con video y otra información, el robot le permite enfrentar cualquier posibilidad de un pitcher. El astro de los Dodgers Shohei Ohtani, quien lanza y batea, dijo que utilizó el Trajekt para analizar sus lanzamientos desde otro punto de vista.
“Estás entrenando su cerebro. Estás entrenando sus ojos”, dijo el coach de bateo de Filadelfia Kevin Long.
Cada máquina tiene un costo de 15,000 a 20,000 dólares al mes con un contrato de tres años. Este es un avance significativo de la máquina de lanzamientos que inventó el profesor de matemática de Princeton Charles Howard Hinton en 1896 y que parecía un cañón largo.
Paul Giovagnoli convirtió este concepto en un negocio. Como dueño de campos de práctica de golf en Wichita y Topeka en Kansas, quiso añadir el béisbol y creó lo que se convirtió en la Iron Mike. Giovagnoli fundó Master Pitching Machine en 1952 y sus unidades con largos brazos de metal se convirtió en una pieza omnipresente en las Grandes Ligas.
A mediados de los 70, las máquinas con ruedas giratorias ingresaron al mercado para replicar mejor los lanzamientos y los Yanquis adquirieron tres a 1,600 dólares cada uno en los entrenamientos de primavera en 1978.
Esos modelos continuaron avanzando, pero Joshua Pope lo llevó un paso adelante. En 2014, en su último año de secundaria en Toronto, charlaba con amigos sobre cuántos batazos les tomaría conectar un hit frente a Marcus Stroman, el novato de los Azulejos. Él sabía que no tendría una carrera como pelotero y aplicó a la Universidad de Waterloo en Ontario, en parte debido a que ahí enseñaba John McPhee, profesor de ingeniería mecánica.
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