Aung San Suu Kyi: Traslado a Arresto Domiciliario en Myanmar
Impacto del gobierno militar en Myanmar y la situación de los prisioneros políticos
BANGKOK (AP) — La encarcelada exlíder de Myanmar Aung San Suu Kyi fue trasladada de una prisión a arresto domiciliario por cuestiones preventivas de salud debido a la ola de calor que azota al país, informó el gobierno militar birmano el miércoles. El gobierno también concedió una amnistía a 3 mil prisioneros con motivo del Año Nuevo, que se celebra esta semana en el país.
Suu Kyi, de 78 años, y el presidente de su antiguo gobierno Win Myint, de 72, fueron algunos de los prisioneros enfermos y de edad avanzada que fueron retirados de prisión debido al intenso calor, según dijo a los representantes de la prensa extranjera el mayor general Zaw Min Tun, portavoz militar. La medida aún no se anuncia públicamente en Myanmar.
El traslado de Suu Kyi se organizó tras varias derrotas importantes del ejército en su lucha contra combatientes de la resistencia prodemocrática y sus aliados en guerrillas de minorías étnicas. El conflicto nacional comenzó después de que el ejército derrocara al gobierno electo en febrero de 2021, encarcelara a Suu Kyi y comenzara a reprimir las protestas no violentas que reclamaban el regreso a un estado democrático.
Suu Kyi cumple una condena de 27 años en la capital, Naipyidó, donde la temperatura alcanzó los 39 grados Celsius (102,2 grados Fahrenheit) el martes, según el departamento meteorológico de Myanmar. Win Myint fue condenado a 8 años de cárcel en Taungoo, en la región de Bago.
Los partidarios de Suu kyi y analistas independientes dicen que las acusaciones en su contra fueron inventadas por motivos poíticos en un intento de desacreditarla y legitimar el golpe militar. El ejército afirmó que su Liga Nacional por la Democracia había empleado un fraude electoral generalizado para obtener su victoria abrumadora en las elecciones generales de 2020, una acusación que los observadores independientes consideraron poco convincente.
Según la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos, un grupo independiente que supervisa las muertes y detenciones en el país, más de 20.351 personas detenidas por acusaciones políticas desde el golpe militar de 2021 siguen encarceladas, la mayoría sin condenas penales.
Según los reportes, la salud de Suu Kyi se ha deteriorado en prisión. El año pasado aparecieron noticias sobre que sufría síntomas de tensión baja, como mareos y pérdida de apetito, pero se le ha negado tratamiento en instalaciones cualificadas fuera del sistema penitenciario.
No fue posible verificar esos reportes de forma independiente, pero su hijo, Kim Aris, dijo en entrevistas que había oído que su madre estaba muy enferma y sufría problemas en las encías que le impedían comer. Aris, que vive en Inglaterra, instó a que se presionara al gobierno militar en Myanmar para que liberase a su madre y otros presos políticos.
La información sobre Suu Kyi está muy controlada por el gobierno militar e incluso sus abogados tienen prohibido hablar con los medios sobre sus casos. Su equipo legal ha enfrentado grandes dificultades y no ha podido reunirse con ella desde su último encuentro en persona en diciembre de 2022.
No se anunció si el traslado a arresto domiciliario sería temporal.
El vocero Zaw Min Tun no dijo a dónde se estaban trasladando los prisioneros en declaraciones a Voice of America, un medio con financiación del gobierno estadounidense, y la británica BBC. Sin embargo, no había indicios de que se tratara una de las antiguas residencias de la líder política. La casa junto a un lago donde Suu Kyi pasó la mayor parte de un prolongado arresto domiciliario anterior está en un limbo legal después de que una subasta ordenada por un juez no lograra encontrar un comprador en marzo.
Antes de ser enviada a prisión, Suu Kyi estuvo retenida en una casa militar dentro de una base del ejército, según reportes.
Otros prisioneros fueron liberados por el feriado de Thingyan, que da inicio al año nuevo tradicional, según anunció el miércoles la televisora estatal MRTV, aunque en un principio no estaba claro cuántos eran activistas prodemocracia o prisioneros políticos detenidos por protestar contra el régimen militar. Aung Myo Kyaw, de la Asociación de Asistencia para los Presos Políticos, dijo que el grupo había tenido noticias de entre 7 y 10 personas liberadas en Rangún y nueve de una prisión en la región central de Magway.
MRTV dijo que el líder de la junta militar gobernante, el general Min Aung Hlaing, había indultado a 3.303 prisioneros, incluidos 28 extranjeros que serían deportados. También redujo las penas de otros. Las amnistías masivas por feriados no son inusuales en Myanmar.
Familiares y amigos se reunieron ante las puertas de la prisión de Insein, en el norte de Rangún, esperando y mirando a las ventanas de los autobuses que sacaban a los detenidos liberados del amplio complejo. Algunos de los que esperaban sostenían carteles con los nombres de la gente a la que buscaban, como en la sala de llegadas de un aeropuerto.
En medio de las emotivas reuniones, Khin Thu Zar dijo que estaba contenta, pero que tendría que llamar a su familia.
"Mi familia aún no sabe que me han liberado", dijo. Como muchos detenidos políticos, había estado retenida acusada de incitación, un delito genérico muy utilizado para detener a críticos del gobierno y punible con hasta tres años de prisión.
Nay Phone Latt, vocero del autodenominado Gobierno de Unidad Nacional, dijo a The Associated Press que trasladar a Suu Kyi y Win Myint, en lugar de liberarles directamente, no era satisfactorio. El GUN se considera el organismo administrativo legítimo del país y sirve como organización paraguas de la oposición.
El portavoz afirmó que todos los prisioneros políticos, incluidos esos dos, fueron detenidos de forma injusta y deben ser liberados sin condiciones.
no te pierdas estas noticias