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Biden y Trump efectúan pocos actos de campaña mientras que sus rivales aumentan sus mítines

Por AP

Septiembre 03, 2023 10:46 p.m.

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WASHINGTON (AP) — Sus rivales están ocupados respondiendo preguntas de los votantes en sesiones con el público en toda Carolina del Sur, estrechando manos de propietarios de negocios en Nueva Hampshire y trabajando duramente para llegar a cada uno de los 99 condados de Iowa.

Pero los que encabezan las preferencias para obtener la nominación a las candidaturas presidenciales de sus partidos, el expresidente Donald Trump y el presidente Joe Biden, apenas están haciendo campaña en estados cruciales en los que se llevan a cabo votaciones anticipadas, en un momento en que la temporada de primarias ingresa al ajetreo del otoño.

Biden asistirá a un desfile sindical en Filadelfia el lunes. Pero sólo ha llevado a cabo un mitin de campaña en los poco más de cuatro meses desde que anunció formalmente que intentaría ser reelegido. Trump, que se quejó de la estrategia de Biden "de ocultarse en el sótano” por la pandemia de COVID-19 en 2020, lleva tres semanas sin hacer campaña. La última vez que se presentó en público fue el 12 de agosto, en la Feria Estatal de Iowa.

Sus agendas ponen de relieve la realidad de que el demócrata Biden y el republicano Trump, a pesar de que sus índices de aprobación a nivel nacional son bajos, encabezan las preferencias. Biden sólo enfrenta una oposición simbólica de parte del activista antivacunas Robert Kennedy Jr., mientras que Trump supera actualmente a su rival más cercano —el gobernador de Florida, Ron DeSantis— por un amplio margen, según encuestas recientes.

“Cuando tienes una ventaja enorme sobre tus principales rivales, no parece tener mucho sentido”, dijo el veterano encuestador republicano Whit Ayres, refiriéndose a las campañas anticipadas en los estados típicas en esta etapa de una contienda electoral.

Biden y Trump han trabajado para proyectar una imagen de inexorabilidad en ser seleccionados para la candidatura cuatro meses antes de que comiencen las votaciones en 2024. Biden se ha enfocado en gobernar y recorrer el país para promover sus logros. Trump evade repetidamente el asistir a eventos con otros candidatos y decidió no acudir al primer debate republicano de las primarias el mes pasado.

Pero ambos tienen razones distintas para su ausencia relativa de los eventos de campaña.

El equipo de Trump se ha visto obligado a enfocar su atención en los cargos penales que él enfrenta ahora en cuatro jurisdicciones distintas, en los que se le acusa de intentar ilegalmente de revocar los resultados de las elecciones de 2020, de anotar indebidamente en libros contables pagos efectuados a dos mujeres para que guardaran silencio, de dar un mal manejo a documentos gubernamentales secretos tras dejar la presidencia, y de intentar obstruir dicha investigación.

Trump se ha quejado de que los juicios que se avecinan lo obligarán a no realizar eventos de campaña.

“Lo siento, no podré ir a Iowa hoy, no podré ir a Nueva Hampshire hoy porque estoy sentado en un tribunal por tonterías”, declaró durante su visita más reciente a Nueva Hampshire, en agosto.

Por ahora, los fichajes e imputaciones de hecho le han servido como eventos de campaña sumamente llamativos.

Sus visitas a cárceles y tribunales en Nueva York, Miami, Washington y Atlanta han dominado la cobertura de la contienda, y sus movimientos han sido rastreados por helicópteros de noticias y transmisiones en vivo en televisión y en internet. Su histórica fotografía de prontuario, que ahora aparece en playeras, tazas y afiches, le ayudó a su campaña a recaudar más de 20 millones de dólares tan sólo en agosto.

Sus asesores dicen que las actividades en su agenda se incrementarán después del feriado por el Día del Trabajo en Estados Unidos, con viajes la semana próxima a Iowa y Dakota del Sur —ninguno de los dos es un estado crucial en las primarias ni en las elecciones generales_, y posteriormente a California. También ha estado ocupado tras bambalinas. Además de jugar golf y de reunirse con sus abogados, Trump ha efectuado llamadas a podcasts conservadores, ha grabado videos que difunde en su red social Truth Social y ha acudido a eventos de recaudación de fondos, en su club en Bedminster, Nueva Jersey, y en otros estados.

El mes pasado viajó a Nashville, Tennessee, para un evento de recaudación al que acudieron varios cientos de personas, incluidos los músicos Kid Rock y John Rich y el expiloto de la NASCAR Darrell Waltrip, según una persona que asistió pero pidió guardar el anonimato con el fin de poder hablar sobre la reunión privada en el hotel Four Seasons.

Esta semana pasada, Trump recibió a familiares de militares que murieron durante la caótica salida de las fuerzas estadounidenses de Afganistán. La semana previa, llevó a cabo un evento de recaudación de fondos para el Patriot Freedom Project, un grupo que respalda a las personas que asaltaron el Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021.

Sus asesores dicen que también se ha enfocado en desarrollar relaciones, llamándoles a funcionarios del partido y grabando videos para eventos del partido a nivel estatal y de los condados. Esas iniciativas, señalan, le han ayudado a obtener el respaldo de senadores, otros congresistas y funcionarios estatales.

“Hacemos mucha recaudación de fondos fuera del estado, en Bedminster, llamadas telefónicas. Hay mucho que ocurre en la operación de una campaña que no se realiza frente a la cámara”, dijo Chris LaCivita, alto asesor de Trump.

Han reconocido también que los mítines en gran escala que fueron algo característico de sus campañas pasadas —y que ha estas alturas de la campaña de 2015 él realizaba cada semana— son caros, especialmente ahora que la operación política del expresidente ha estado canalizando decenas de millones de dólares para gastarlos en cuotas jurídicas con el fin de defenderlo a él y a sus aliados. En lugar de esos mítines, Trump ha pronunciado discursos en eventos organizados —y pagados por— el partido a nivel estatal, y ha hecho visitas sin aviso previo a restaurantes locales, donde interactúa con simpatizantes.

En Nueva Hampshire, uno de los primeros estados donde se realizan votaciones, Mike Dennehy, un veterano estratega republicano, dijo creer que Trump “está haciendo lo mínimo necesario para mantener su ventaja”. Al mismo tiempo, su campaña en general “está trabajando muy duro, mucho más duro de lo que han trabajado en la historia de las campañas de Donald Trump”, señaló.

“Los contendientes en las primarias republicanas no le están dando a Donald Trump mucha pelea. Así, él puede darse el lujo de sólo hacer lo suficiente para mantener su ventaja”, añadió.

Biden ha hecho campaña aún menos.

El presidente promovió una iniciativa del Comité Nacional Demócrata para hacer de Carolina del Sur el primer estado en sus primarias presidenciales de 2024, un cambio con respecto a los republicanos, que aún están empezando en Iowa. Pero Biden no ha visitado Carolina del Sur como aspirante a reelegirse.

La campaña de Biden dice que su enfoque es similar al de presidentes del pasado, incluidos Barack Obama y George W. Bush. Biden está promoviendo frecuentemente los logros de su gobierno, pero mantiene bajos los costos de la campaña, y a la vez trabaja con demócratas a nivel nacional y estatal para reforzar el personal y la operación de datos de forma que todo esté funcionando correctamente cuando la contienda se torne más acalorada el año próximo.

El mandatario ha acudido a eventos de recaudación de fondos en diversas partes del país para su campaña por la reelección, y ha visitado estados muy disputados como Arizona para asuntos oficiales. En ocasiones ha acudido a bastiones republicanos, incluidos Utah, Texas y Alabama.

Una vez allí, a menudo desdibuja la línea entre la política y la presidencia, celebrando cosas como la ley bipartidista de infraestructura aprobada por el Congreso el año pasado, mientras reprende a los republicanos por oponerse a un paquete de salud y energía verde que dice está creando empleos y menores costos para los estadounidenses.

“Obtienes gran reconocimiento por hacer tu trabajo y la gente tiende a escucharte más cuando no estás hablando acerca de tu propia reelección, sino que sólo hablas sobre implementar algo que es bueno para el país”, dijo Ed Rendell, exgobernador demócrata de Pensilvania. “Esa es una ventaja real. El que está en el puesto simplemente puede seguir siendo el que está en el puesto”.

Los viajes de Biden por el Día del Trabajo lo están llevando de vuelta a Filadelfia, sede del único mítin que ha realizado en esta campaña. Se llevó a cabo en el centro de convenciones de la ciudad, donde algunos de los sindicatos más grandes del país pagaron para un evento en junio tras anunciar que se habían agrupado por primera vez para ofrecer un respaldo conjunto a Biden.

Un regreso a Pensilvania hace recordar la campaña de 2020 afectada por la pandemia de COVID-19, cuando Biden visitó ese estado más que ningún otro. Aunque él fue senador por Delaware, Biden nació en Scranton, Pensilvania, y todavía habla con frecuencia de sus raíces en esa entidad.

“Creo que es ilustrativo de una campaña que no está olvidando las lecciones que se aprendieron en 2020, cuando Pensilvania recibió tanta atención, incluso en la campaña limitada (por el coronavirus)”, dijo Mike Mikus, añejo consultor demócrata radicado en Pittsburgh. “Si lo das por sentado podrías perderlo”.

Desde luego, enfocarse demasiado en un estado puede crear huecos en otras partes. El ejemplo más notable fue cuando Hillary Clinton no hizo campaña en Wisconsin tras las primarias demócratas de 2016 y perdió el estado ante Trump por escaso margen. Pero Ben Wikler, presidente del Partido Demócrata en Wisconsin, hizo notar que el primer viaje de Biden como presidente fue a ese estado.

“Este ciclo electoral se siente como exactamente lo opuesto de 2016”, declaró Wikler. Refiriéndose al tradicional “muro azul” demócrata formado por Wisconsin, Michigan y Pensilvania, añadió: “Este es un gobierno que entiende a fondo que el reforzar el muro azul es el camino a la reelección en 2024”.