Tragedia por deslave en China durante tormenta Gaemi

BEIJING (AP) — Quince personas murieron después de que un alud de lodo golpeara una casa de alquiler en una zona turística en el sureste de China el domingo, mientras intensas lluvias provocadas por los restos de una tormenta tropical anegaban la región, según medios estatales.

En Shanghái, un repartidor en patinete murió el sábado por el impacto de un árbol caído, al parecer por fuertes vientos asociados a la tormenta, según The Paper, un medio digital de noticias.

Eran las primeras muertes reportadas en China que parecían relacionadas con el tifón Gaemi, que se debilitó a tormenta tropical tras tocar tierra el jueves. Antes de llegar a China, el tifón agravó las lluvias del monzón en Filipinas y dejó al menos 34 muertos, además de golpear la isla de Taiwán, donde la cifra de fallecidos ha subido a 10, indicaron las autoridades el sábado por la noche.

El alud de lodo golpeó la vivienda en torno a las 8 de la mañana y atrapó a 21 personas en el poblado de Yuelin, que está bajo jurisdicción de la ciudad de Hengyang, en la provincia de Hunan, según indicó la televisora CCTV en una serie de reportes en internet. La zona recibió unos 30 centímetros (12 pulgadas) de lluvia en 24 horas.

Seis personas heridas fueron rescatadas. Los reportes no indicaban la gravedad de sus lesiones. El propietario de la casa dijo en un principio que había 18 personas atrapadas, pero un equipo de búsqueda y rescate determinó después que había otros tres desaparecidos, indicó CCTV.

La casa de una sola planta ofrecía comidas y alojamiento cerca de Hengshan, una montaña en una zona turística que suele recibir visitantes los fines de semana que huyen del calor estival, según The Paper. Las zonas visitables cerraron el domingo por la lluvia hasta nuevo aviso, antes incluso del deslave.

Los reportes atribuyeron el alud al agua que caía por la ladera debido a los aguaceros. No mencionaban a Gaemi, aunque la Administración Meteorológica China dijo que las precipitaciones asociadas a la tormenta tropical habían afectado a zonas en el sureste de la provincia de Hunan el sábado.

En Shanghái, una foto publicada por The Paper mostraba un patinete de reparto volcado y cubierto en su mayor parte por ramas con hojas cerca del tronco aún en pie de un árbol. Se sospechaba que el siniestro se debía a vientos relacionados con la tormenta, y la investigación seguía en marcha.

El amplio arco de aguaceros de la tormenta tropical se extendía unos 2.000 kilómetros (1.200 millas) hacia el nordeste.

El gobierno municipal de Linjiang, en la provincia de Jilin, emitió un aviso en redes sociales en el que pedía a los vecinos que vivieran por debajo de un tercer piso que se trasladaran a lugares más altos el domingo, ante una crecida del río Yalu, que forma la frontera con Corea del Norte, por encima del nivel de alerta.

En la vecina provincia de Liaoning, cientos de empresas químicas y mineras suspendieron las operaciones el sábado como medida de precaución y más de 30.000 personas habían sido evacuadas, según la agencia oficial de noticias Xinhua. Se suspendieron casi 40 trayectos de tren hasta el jueves por motivos de seguridad después de que la lluvia constante creara situaciones de riesgo y dañara las vías.

En Taiwán se reportaron dos muertes más que elevaron a 10 el total por la tormenta, según la Agencia Central de Noticias de la isla, que citó al centro de operaciones de emergencias. Otras dos estaban desaparecidas y había 895 heridos.

Las víctimas más recientes eran un hombre encontrado en una zanja de drenaje y otro que falleció en un accidente de auto.

Más de 800 personas permanecían en refugios en Taiwán el sábado por la noche y más de 5.000 hogares estaban sin electricidad.

El tifón causó daños por valor de casi 1.700 millones de nuevos dólares de Taiwán (51,8 millones de dólares) a cosechas como bananas, guayabas y peras; granjas avícolas y de otros animales y explotaciones de ostras y otros productos pesqueros, dijo la Agencia Central de Noticias citando cifras del Ministerio de Agricultura.

Un barco de mercancías se hundió ante la costa taiwanesa durante el tifón, y el capitán falleció. Otros ocho barcos quedaron varados.