Revelaciones sobre el Gobernador de Perú y los Rolex de Boluarte
Escándalo de relojes Rolex y corrupción en Perú
LIMA (AP) — El nombre de Wilfredo Oscorima era hasta hace unos días solamente el de un gobernador de una región pobre de Perú. Ahora, es el del amigo personal de la presidenta Dina Boluarte que le prestó los relojes de lujo por los que la mandataria enfrenta una tormenta política y judicial.
Los Rolex que aceptó llevar Boluarte en actos públicos "para representar bien al país", como alegó la presidenta al justificar el uso de unos artículos de lujo valorados en miles de dólares que no constaban en su declaración patrimonial, se convirtieron a raíz de una publicación periodística en un cuestionamiento a su figura pública que aterrizó en la justicia..
Antes de llegar a la presidencia de Perú, Boluarte era una modesta funcionaria de una oficina de registro de identidad. Ahora, la fiscalía la investiga por presunto enriquecimiento ilícito.
Pero ella dice que no se ha enriquecido. Que esos tres relojes Rolex expuestos en sus muñecas, así como una pulsera de oro, eran prestados y que no tuvo que dar nada a cambio. Su propietario real es Oscorima, a quien también apuntan ahora los focos.
"Dina, ¡no te pases, pues, sigues usando tus relojes comunes!", le dijo el gobernador y amigo a Boluarte, según la declaración que dio la mandataria a la fiscalía. The Associated Press accedió a una copia del interrogatorio a la presidenta en la investigación fiscal por presunto enriquecimiento ilícito.
Según la versión de Boluarte, en una visita a su oficina, Oscorima se quitó de la muñeca un "reloj dorado" Rolex y se lo quiso regalar, pero ella se negó. Entonces él comentó: "Ok, Dina, te lo presto; además tengo muchos relojes bonitos".
"Tienes que usar relojes bonitos porque estás viajando al extranjero y te estás reuniendo con otras autoridades de otros países", le insistió Oscorima, que se sacó de la muñeca otro reloj color plata para prestárselo. Luego hizo lo mismo con otro Rolex de correa de cuero.
El gobernador ha sido llamado como testigo en la investigación contra la presidenta peruana, pero guardó silencio en la fiscalía y, a su salida, varias personas lo llamaron "ratero". En su región, le han pedido a gritos que regale relojes de lujo. La AP pidió comentarios a Oscorima sobre el caso, sin obtenerlos hasta el momento.
El político de 62 años, un millonario que hizo su fortuna en el negocio de los casinos y tragamonedas, fue elegido en 2023 por los peruanos para conducir la región de Ayacucho, en los Andes, en donde 10 civiles murieron por arma de fuego durante las protestas de diciembre de 2022 que sobrevinieron a la destitución por el Congreso del entonces presidente Pedro Castillo y a la llegada de Boluarte al poder.
Fue precisamente ese episodio de movilizaciones sociales el que solidificó la amistad entre ambos.
Boluarte trata a Oscorima de "hermano" por ser "el primer gobernador que se paró firme cuando el Perú ardía". Las protestas en Perú de aquellos días dejaron 49 civiles muertos, incluidos los 10 de Ayacucho.
El gobernador, que tiene varias investigaciones por corrupción y llegó a ser condenado a prisión, es visto pocas veces en Ayacucho. "Viene una mañana y en la tarde regresa a Lima en avión", dijo el consejero opositor regional Julio Valdez. El gobernador posee un apartamento en una zona lujosa de Lima, a 330 kilómetros de la región que gobierna por tercera vez.
La indagación más reciente de hace una semana contra Oscorima es por la adjudicación de una obra de 5,8 millones de dólares a una socia política suya en Ayacucho. Otra, es de 2020 por una presunta coima de más de 200 mil dólares que habría recibido para favorecer a una empresa constructora.
Su segunda gestión en la región se interrumpió en 2015 cuando fue condenado a cinco años de cárcel por compras irregulares de maquinarias. Estuvo escondido y, cuando fue capturado en 2016, ofreció dinero a los policías para dejarlo fugar, según una copia de una denuncia policial vista por la AP. Salió de la cárcel en 2017 cuando la Corte Suprema lo absolvió de los cargos por negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo.
La procuraduría dijo que su liberación era un "precedente negativo" en la lucha anticorrupción.
Además de casos relacionados con la gestión de recursos públicos, Oscorima tiene una denuncia por acoso sexual y una orden de alejamiento presentada por una mujer en 2022. Según la denuncia policial a la que AP tuvo acceso, la víctima recibió mensajes a través de Facebook de una persona identificada como Wilfredo Oscorima en donde le pedía fotos y vídeos desnuda a cambio de dinero.
Cuando la joven le dijo que iba a denunciarlo, Oscorima supuestamente le respondió "en son de amenaza diciendo: ´que si actúa de esa manera yo también puedo actuar´", según consta en la denuncia. El gobernador trató de anular la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 300 metros, pero un juzgado de Ayacucho declaró improcedente su pedido en 2023.
Antes de 2010, Oscorima no era conocido en Ayacucho, una región con mayoritaria población indígena que habla quechua y epicentro de la guerra entre el grupo terrorista Sendero Luminoso y los militares que dejó más de 70.000 muertos en Perú entre 1980 y 2000.
Migró a los 17 años a Lima, pero en su pueblo natal Cangallo ya lo conocían desde la década de 1990 por retornar con regalos para los niños, dijo a The Associated Press su amigo de infancia Edilberto Palomino.
Palomino recordó que era extrovertido, destacaba en los deportes, le encantaba cultivar amigos e imitar en voz alta a los narradores de los partidos de fútbol de la liga profesional.
Desde 2009, la prensa de Ayacucho reportó su campaña política caracterizada por regalar juguetes, bandas musicales y lozas deportivas. En el pueblo de Chanquil tras un mitin, "comenzó a distribuir dinero" sacando billetes de sus bolsillos, recordó el periodista Claudio Gómez.
Según la fiscalía, fue con ocasión del 61° cumpleaños de Boluarte que el gobernador visitó a la presidenta el 31 de mayo de 2023, poco después de comprar un Rolex.
La mandataria indicó que Oscorima le entregó poco antes de la fiesta nacional, el 28 de julio, una pulsera de oro con incrustaciones de diamantes. "Hermana usa esta pulsera, quiero verte bien", cuenta que le dijo. Al recibir la negativa de Boluarte, replicó: "Úsalo las veces que necesites, usas y luego me la devuelves".
La presidenta aseguró en su declaración que no se acostumbró a los Rolex y que por eso los devolvió junto a la pulsera. "Por ser automáticos, generan unos problemas porque se detiene la hora y fecha. Para mí era un problema nivelarlos en acto público... Era una vergüenza que marque horas y fechas diferentes".
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