Italia descarta que las mafias puedan controlar el puente de Sicilia

ROMA, Italia (EFE).- El vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, descarta que la mafia pueda terminar controlando las obras y la gestión del puente que unirá Sicilia con la península Itálica, cuya construcción ha prometido que arrancará el año que viene.

"No temo que haya infiltraciones criminales, tenemos cuerpos de vigilancia y podremos garantizar que trabajarán las mejores empresas italianas, europeas y mundiales", afirmó durante un encuentro con periodistas extranjeros en Roma.

Salvini acudió a la sede de la prensa extranjera para explicar sus planes sobre el puente que conectará la isla de Sicilia con la región de Calabria, una conexión que ya fue proyectada por anteriores gobiernos y que el ministro ha retomado como una de sus grandes apuestas para esta legislatura.

Precisamente, una de las razones por las que asociaciones de ciudadanos y grupos medioambientales se opusieron en anteriores ocasiones es la posible infiltración de mafias de la zona, una teoría que también respaldó en su día la Dirección de la Investigación Antimafia.

"Las mafias no son solo de Sicilia y Calabria, también están en Milán, Alemania y Latinoamérica", señaló antes de afirmar que instaurará "organismos de vigilancia" para controlar "cada euro gastado".

Sobre la construcción, el vicepresidente italiano insistió en su deseo de que esté realizado principalmente por empresas italianas y rechazó el interés mostrado este martes por la constructora China Communications Construction Company (CCCC) en un artículo del diario Il Sole 24 Ore.

Respecto a la financiación del puente, Salvini avanzó que espera contar con la Unión Europea (UE), aunque no provendrá de los fondos de recuperación aprobados durante la pandemia del coronavirus ya que sus planes no prevén inversiones "en puentes y carreteras", una decisión que calificó de "miope".

"Es una gran inversión para Italia y también para Europa, porque conecta una importante ruta del Mediterráneo", afirmó.

Además añadió que será una infraestructura respetuosa con el medio ambiente, ya que por él circularán 200 trenes diarios que despejarán el tráfico aéreo. En total, Salvini espera que el puente cree 100,000 puestos de trabajo y sirva de conexión para 11 millones de pasajeros al año.

La construcción de un puente es una idea que se estudiaba ya desde 1971, y que Silvio Berlusconi en su segundo Gobierno (2001-2006) relanzó como uno de sus grandes sueños aunque sin llegar a materializarlo.

En octubre de 2005, un consorcio internacional, del que formaba parte la española Sacyr, se adjudicó el contrato para construir el mayor puente colgante del mundo por 4,400 millones de euros.

El acuerdo comprendía la construcción de un puente sobre el mar de 3.3 kilómetros de longitud y 60 metros de ancho que permitiese el tráfico combinado por ferrocarril (2 líneas) y carretera (seis carriles) y que las autoridades italianas confiaban en poner en servicio en 2012, pero fue descartado en plena crisis económica.

En marzo, el nuevo Ejecutivo italiano aprobó un decreto para reactivar esa sociedad y retomar el mismo diseño, aunque actualizándolo a las nuevas normas de seguridad y medio ambiente.