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El arresto de la periodista María Ressa en Filipinas desató una ola de críticas por parte de comunicadores y activistas contra el gobierno del presidente Rodrigo Duterte, al tratarse de “hostigamiento judicial” tras las repetidas ocasiones en que ha sido privada de su libertad.
Apenas en febrero pasado, la veterana comunicóloga había sido arrestada por “difamación cibernética” y liberada bajo fianza, y este viernes fue de nuevo privada de su libertad a su llegada al aeropuerto de Manila, bajo la acusación de violar las leyes de nacionalización de los medios.
Desde 2018 existen 11 quejas y casos presentados contra Ressa y personal del portal de noticias Rappel, que fundado en 2012 por la periodista y otros tres colegas es de los pocos medios que se han dado a conocer en el país por sus investigaciones críticas a la gestión de Duterte.
Rappler retransmitió las críticas que Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Whatch Filipinas y la Federación Internacional de Periodistas, entre otros, difundieron sobre el arresto de Ressa, reconocida a nivel internacional con varios premios.
Para Reporteros Sin Fronteras, la serie de casos y denuncias contra la periodista es acoso judicial, es un absurdo, y defendió a Rappler y su directora como un pilar de la democracia.
Mientras Human Rights Watch Fipilinas señaló que la administración de Duterte demostró la implacabilidad en su persecución de los críticos del gobierno. “Los cargos contra Rappler y su gente deben ser retirados”.
La Federación Internacional de Periodistas, a su vez,señaló: “El ataque liderado por el gobierno contra Rappler y Maria Ressa es un intento flagrante de silenciar las voces críticas y controlar la narrativa del gobierno en Filipinas”.
El arresto de Ressa en febrero pasado tuvo que ver con un trabajo periodístico realizado en 2012 y publicado por Rappler, sobre un empresario vinculado con tráfico de drogas y de personas. A pesar de los años, el Departamento de Justicia argumentó la “publicación continua” debido a que el reportaje seguía en la red.
Ressa, veterana periodista y nombrada Persona del Año en 2018 por la revista Time por su trabajo, ha señalado que esa acusación y otras anteriores relacionadas con supuesta evasión de impuestos forman parte de los intentos del presidente por silenciarla.
El presidente filipino, en tanto, ha negado en repetidas ocasiones que los cargos en contra de Ressa y su portal tengan motivaciones políticas, aunque sí ha acusado a Rappler de difundir “noticias falsas”, incluso ha negado el acceso de sus reporteros al palacio presidencial.