A-AA+
Edimburgo, Reino Unido (EFE).- El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, afirmó hoy en Glasgow que la primera ministra, Theresa May, rechazará la petición de un segundo referéndum de independencia en Escocia, si lo planteara el Gobierno escocés, que preside la nacionalista Nicola Sturgeon.
Durante una visita a la Universidad de Glasgow, Hunt recalcó que May se negará a negociar la activación de la sección 30, que concede al Parlamento escocés los poderes necesarios para legislar sobre una segunda consulta de independencia.
"La respuesta, por supuesto, sería no, por la sencilla razón de que pensamos que el Gobierno escocés debería centrarse en las preocupaciones de los escoceses, que no son tener otro referéndum de independencia muy divisivo, sino el sistema educativo y la lista de espera del NHS (el servicio nacional de salud)", señaló.
Añadió que esta será la respuesta que May le dará a Sturgeon en caso de que la dirigente escocesa plantee la solicitud.
Sus declaraciones se producen después de que un vídeo del vicepresidente del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Keith Brown, haya desatado la polémica al hablar de que la región podría celebrar un referéndum si así lo desea.
"Si queremos tener un referéndum, decidimos que vamos a tener un referéndum", remarcó Brown durante un acto de su formación en Aberdeen (noreste de Escocia), unas palabras que después dijo que han sido "malinterpretadas".
La oposición ha criticado lo que considera que podría aludir a la celebración de un plebiscito ilegal que no contase con el permiso de Londres.
Durante la sesión de preguntas semanal, Sturgeon descartó hoy este escenario y aseguró que la base legal para cualquier futuro referéndum debería ser "la misma" que en 2014, cuando el Gobierno británico y el escocés pactaron los términos de una votación legalmente vinculante, en que el 55 % rechazó la separación.
"Mi opinión es clara y siempre ha sido clara. La base legal de cualquier futuro referéndum de independencia debe ser la misma que la del referéndum en 2014, que es la transferencia de poder en virtud de la sección 30", indicó.
Agregó que la "única razón" por la que hay este debate es debido a "la postura antidemocrática de los conservadores", de los que apuntó que están "tan asustados de la voluntad de los escoceses sobre la independencia" que niegan "el mandato democrático que tiene el Gobierno escocés".
El SNP sostiene que el programa electoral con el que se presentó a las elecciones de 2017 contiene la posibilidad de solicitar una nueva votación y que fueron los electores quienes con sus votos han avalado este mandato.
La dirigente escocesa ha declarado que hará públicos sus planes sobre una posible segunda consulta "en las próximas semanas", cuando se aclare qué pasará con el "brexit", la cuestión que ha reabierto el debate sobre la posibilidad de volver a las urnas.