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NUEVA YORK (AP) — Las muertes por sobredosis de drogas y medicamentos en Estados Unidos parecen estar disminuyendo por primera vez en casi tres décadas, indican cifras preliminares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) publicaron cifras provisionales según las cuales hubo casi 68 mil muertes por sobredosis el año pasado.
La cifra total podría aumentar a medida que concluyen diversos estudios, pero la agencia calcula que será menor de 69 mil.
Las cifras por sobredosis han ido en ascenso desde 1990 y llegaron a un tope de 70 mil en 2017.
Cualquier disminución de las muertes por sobredosis es buena noticia, pero la cifra sigue siendo siete veces más de lo que era hace una generación.
"Seguimos estando en una situación muy difícil y hay que encararla", expresó Rebecca Haffajee, experta en el tema que trabaja para la Universidad de Michigan.
La mejora se debe a una disminución en las muertes por heroína y analgésicos recetados. Esas reducciones se vieron compensadas ligeramente por las muertes por fentanilo, cocaína y drogas estimulantes como metanfetaminas. Por lo general, las muertes por sobredosis se deben a la ingestión de más de una droga.
La investigación y las pruebas toxicológicas de una muerte puede durar meses y algunos estados publican sus cifras más rápido que otros. Se espera que los CDC emitan un reporte más completo en los próximos meses.
La actual epidemia de sobredosis ha matado a más gente que ninguna otra en la historia de Estados Unidos y ha mantenido una trayectoria ascendente. Desde 2014 a 2017, las muertes por sobredosis aumentaron en más de 5 mil cada año.
Los expertos consideran que la epidemia empezó en 1995, cuando empezó a venderse el analgésico OxyContin.
En ese momento se le consideraba un opioide más eficaz y seguro que los demás, pero volvió adictas a muchas personas y muchos drogadictos descubrieron que podían pulverizar las píldoras e inhalarlas o inyectarlas a fin de lograr un efecto estupefaciente.
Gradualmente, más adictos recurrieron a drogas más baratas en las calles, como la heroína y el fentanilo. En 2015, la heroína causó más muertes que los analgésicos recetados u otros medicamentos. En 2016, el fentanilo y sus derivados se convirtieron en los fármacos más fatales y en 2018 causaron casi un 46% del total de muertes por sobredosis reportadas, según los datos preliminares de los CDC.