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WASHINGTON (AP) — La nueva acusación de Estados Unidos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, podría alargar aún más lo que ya se vislumbra como una prolongada batalla para extraditarlo.
La denuncia formal abre la puerta para que la defensa de Assange argumente que los cargos amparados en la Ley de Espionaje son políticos y, por ende, ajenos al tratado de extradición.
Assange cumple una sentencia de 50 semanas en Londres tras haber sido expulsado de la embajada ecuatoriana en abril. Aunque Estados Unidos y el Reino Unido tienen un tratado de extradición, los delitos políticos son una excepción.
En los cargos presentados el jueves se acusa a Assange de publicar documentos secretos que contenían los nombres de fuentes confidenciales militares y diplomáticas. Según la denuncia, Assange dio indicaciones a la exanalista de inteligencia del Ejército, Chelsea Manning, en una de las filtraciones más grandes de información clasificada en la historia de Estados Unidos.
