Protestan activistas contra contaminación de la aviación
BERLÍN.- Seis activistas climáticos saltaron una valla de seguridad en el aeropuerto de Múnich el sábado y se pegaron a las vías de acceso a las pistas, paralizando temporalmente los vuelos.
Los integrantes del grupo Last Generation (Última Generación) protestaban contra la aviación, el medio de transporte más contaminante, dijo la agencia noticiosa alemana dpa. La policía arrestó a los seis activistas.
Unos 60 vuelos fueron cancelados durante la interrupción que duró un par de horas y los pasajeros fueron reacomodados en otros vuelos, comentó Robert Wilhelm, portavoz del aeropuerto, a dpa. Catorce vuelos que iban a aterrizar en Múnich fueron desviados a otros aeropuertos, de acuerdo con la policía.
En una publicación en la red social X, Last Generation acusó al gobierno alemán de “restar importancia” a los efectos negativos de volar para el medio ambiente en lugar de “actuar por fin con sinceridad”.
La ministra de Interior, Nancy Faeser, criticó las protestas y pidió que paren. “Estas acciones criminales amenazan el tráfico aéreo y perjudican la protección del clima porque solo causan incomprensión e ira”, escribió en X.
Fraser aplaudió también los esfuerzos policiales para restablecer el orden en el aeropuerto y pidió que se revisen las medidas de seguridad aeroportuaria.
El ministro del Transporte, Volker Wissing, dijo que su agencia ya estaba trabajando para endurecer las leyes existentes.
Por su parte, el director general de la Asociación de Aeropuertos alemana, Ralph Beisel, criticó con dureza las acciones de los activistas.
“Irrumpir en una zona de seguridad aérea no es un delito trivial. A más de cientos de miles de pasajeros se les impidió un comienzo relajado y puntual de sus vacaciones de Pentecostés”, dijo a dpa.
Beisel pidió además penas más duras para los activistas que participen en este tipo de iniciativas.
El pasado julio, activistas climáticos paralizaron los vuelos en los aeropuertos de Hamburgo y Düsseldorf durante varias horas.
En enero, Last Generation —conocida por pegarse a las calles para bloquear el tráfico, lo que ha enfurecido a muchos alemanes— dijo que abandonaría la táctica y pasaría a celebrar lo que llama “asambleas desobedientes”. Sus acciones han sido muy criticadas, y el canciller Olaf Scholz las describió como “una completa locura”.
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